Reflexiones Victorenses

La única motivación que necesitas (y que funciona)

Publicado el 08 de junio de 2015

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. – Albert Einstein

Canciones positivas, fotos inspiradoras, post-its por todos lados, familia y amigos que te apoyan, libros, y aún así, por alguna extraña razón, se te acaba la motivación.

No te apasiona tu trabajo, dejas inconcluso cada plan que empiezas, renuncias a todo proyecto que no resulte como esperabas las primeras semanas.

Y te preguntas ¿qué hago para lograr terminar lo que empiezo? ¿Qué puede motivarme? ¿Por qué, cada vez, abandono?

Yo me he sentido así muchas veces, y aunque ayudan esas herramientas que mencioné al principio, al final del día falta algo. ¿Sabes qué?

Faltas tú.

Cuando quieres hacer algo, lograr alguna meta u objetivo con el que no estás verdaderamente alineado, es decir, que no deseas genuinamente desde el fondo de tu corazón, mente, cuerpo y alma, no lo vas a hacer. Así de sencillo.

Olvídate te pones 6 alarmas para despertarte, si no quieres levantarte temprano a correr, no te vas a levantar.

Si no quieres comer saludable y cambiar de hábitos alimenticios, no importa cuando dietas hagas, no vas a lograr un cambio, al menos no permanente.

¿Por qué?

Porque todos los factores de motivación externos, por fabulosas que sean,se acaban, precisamente porque vienen de fuera. Y espero no me malentiendas, no es que no los recomiende, al contrario, son súper importantes para acostumbrar a nuestra mente a funcionar de la manera en que deseamos acostumbrarnos a actuar.

Pero en esencia, lo más importante (y lo único) para continuar, en lo que sea, eres tú: tu esencia, tu interior, tu espíritu.

Tienes que sea au-to-mo-ti-va-ble. Automotivable. Apréndetelo.

La única motivación que perdura a pesar de la circunstancias, es la voluntad.

Porque si tu partner del gym te cancela, y tú no tienes motivación propia, vas a dejar de ir también. Porque si te toca un jefe que no te agrade y no quieres genuinamente ese trabajo o proyecto, vas a renunciar. Igual con el maestro mala onda que te haga la vida imposible, vas a reprobar la clase o peor, dejar tus estudios. En lo que te guste, en la vida, para salir adelante y ser exitoso (lo que sea que para ti es ser exitoso), depende de ti.

Y eso quiere decir de ti, cien por ciento. Todo el tiempo. Tú tienes que ser tu propia motivación, pues en el momento en que delegas tu inspiración a alguien más, estás construyendo el sueño de él/ella, no el tuyo.

¿Y cómo logras este nivel de motivación, el necesario para triunfar en lo que te propongas?

Yo pienso que empezando por hacer consciencia de que querer algo grande y que valga la pena con toda tu fuerza, tanto que no quieres dormir, no quiere decir que no te vayas a cansar. Todas las cosas grandes tienen pequeños detalles que a nadie le gusta hacer, pero se tienen que hacer. La gente que convierte sus sueños en realidades no trabaja en ellos cuando tiene ganas, trabaja en ellos siempre, tenga o no tenga ganas. Ese tipo de personas es automotivable.

Ese tipo de motivación sólo puede venir del espíritu humano, y nadie puede decirte cuándo es el momento ideal para ti para empezar a practicarla o con relación a qué proyecto; sólo tú puedes sentirlo. Es extra personal. Requiere que creas en ti mismo.

Es como aquel/aquella novio(a) que no querías dejar ir aunque todos te decían que no te convenía; sólo tú sabías lo que sentías y tenías que llegar a un punto en el que tú sintieras que ya no tenías nada más que dar, sólo entonces fuiste capaz de decir ya no. Es como querer empezar bajar de peso porque los demás te dicen que necesitas hacerlo, no lo sientes y por ende no lo haces; en el momento en que tú llegas a tu límite, lo haces.

Puede llegarte este tipo de motivación porque algo te hace sentir extremadamente bien o extremadamente mal; pero tu sabrás, te motivará de tal modo que aunque quieras, no podrás dejar de hacerlo, que aunque sea por inercia, siempre continuarás.

Si ya sientes algo así de loco, persíguelo, protégelo. Si aún no lo sientes, búscalo. Encuentra lo que te apasiona, no creo que haya algo más triste que pasar por esta vida si una emoción que nos haga sentir así de vivos. Vive.Atrévete.

Les mando un abrazo, nos leemos pronto.

“Hasta que no empieces a creer en ti mismo, no tendrás una vida.” -Rocky Balboa

Marcia Benavides Villafranca

Nací y crecí en Ciudad Victoria. Creo que la familia es primero, que todo tiene una razón de ser, y me esfuerzo por encontrar siempre el lado positivo de las cosas.

De profesión, soy abogada egresada de la Universidad La Salle en esta ciudad. Por convicción, escribo con la misión de promover el desarrollo personal, la inteligencia emocional y el optimismo, bajo el lema que aprendí de mi abuelita, ¡siempre pa´delante!.

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