Reflexiones Victorenses

¿Qué pasa cuándo en el matrimonio se tiene todo pero no se es feliz?

Publicado el 25 de septiembre de 2014

«…en el matrimonio, hablar antes de pelear, pelear antes de renunciar y continuar a pesar de los problemas.«

Hace algunos meses publiqué una entrada que titulé “Mujer, Primero Tú”, en la que reflexioné sobre la importancia que, a mi juicio, debemos darnos las mujeres, como tal, antes incluso de nuestros distintos roles como mamás, esposas o profesionistas. Hoy retomo el tema porque conforme pasan los días reitero ese punto de vista.

En días pasados me escribió una de mis lectoras, ella supo de este Blog porque me escuchó en entrevista en la radio con el doctor César Lozano. En ese programa, si bien hablé sobre la vida matrimonial, lo hice desde el punto de vista jurídico, desde mi experiencia como abogada. Por tanto, me sorprendió –gratamente-, que ella no se puso en contacto conmigo para asesoría legal, sino de pareja. En lo que pude percibir, creo que lo que en realidad quería era desahogarse y ser escuchada.

María, como la voy a llamar para cuidar su integridad, es una esposa, madre y ama de casa, que siente que su matrimonio de 19 años se está “viniendo abajo”. Al preguntarle si tenía un problema en concreto, me dí cuenta de que no. Esto me lleva a confirmar que no tiene que haber conflictos de dinero, violencia, infidelidad o mentiras; un matrimonio se puede ir deteriorando poco a poco, como cualquier relación que no alimentamos, hasta que un día la esposa, el marido, y en el peor de los casos los dos, truenan y deciden renunciar. “ -Lo tengo todo, a mis hijos no les falta nada, pero dónde quedo yo?”, me preguntó María.

En la ceremonia religiosa de una boda me tocó escuchar al Obispo Antonio, de Ciudad Victoria donde yo vivo, decir algo que desde ese día tengo muy presente: “-¿Se puede acabar el amor en el matrimonio? Claro que sí. ¿Y de quién es la responsabilidad de que crezca o se termine? De los esposos.”

El éxito en el matrimonio no es magia. El amor en el noviazgo es un privilegio. El amor en el matrimonio, además de privilegio, es una decisión y una responsabilidad, que lejos de coartar la libertad de los esposos es la más pura expresión de la libertad de amar, por el simple hecho de que, so pena de nulidad, nos casamos libre y voluntariamente. Por tanto, en el matrimonio, hablar antes de pelear, pelear antes de renunciar y continuar a pesar de los problemas.

¿Por dónde empezar? Por amarnos, hombres y mujeres, a nosotros mismos. Trillado pero cierto, nadie puede dar lo que no tiene. Mujer, ámate, cuídate, valórate. Tómate tiempo para ti. Es muy fácil caer en la rutina y llegar a sentir que en la casa o en el matrimonio no se toma en cuenta todo lo que hacemos, pero sabes qué, hay que empezar por apreciarnos nosotras mismas. Sólo entonces, por medio del amor y la comunicación, podremos crecer también como pareja. Y recuerda, siempre pa´delante.

Marcia Benavides Villafranca

Nací y crecí en Ciudad Victoria. Creo que la familia es primero, que todo tiene una razón de ser, y me esfuerzo por encontrar siempre el lado positivo de las cosas.

De profesión, soy abogada egresada de la Universidad La Salle en esta ciudad. Por convicción, escribo con la misión de promover el desarrollo personal, la inteligencia emocional y el optimismo, bajo el lema que aprendí de mi abuelita, ¡siempre pa´delante!.

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