Con 8 meses y 1 semana de embarazo, he valorado como nunca a mi esposo. Él ha estado conmigo desde el momento en que supe que estoy embarazada, cuando me hice análisis de sangre, en cada cita con el gine, con cada malestar, ha compartido conmigo la emoción de comprar las cosas para nuestro bebé, me presta su hombro cada que mis hormonas me piden llorar y cada noche y cada mañana está a mi lado para asegurarse de que nuestro hijo sigue creciendo sano dentro de mí.
El tener a mi pareja a mi lado y sentirme tan agradecida y bendecida de estar juntos, me ha llevado a pensar en las mamás solteras. En todas esas mujeres valientes que se han aventado solas esta grandísima aventura que es la maternidad. Con mucha vergüenza debo admitir, nunca antes les había puesto tanta atención. Tal vez pensé que fregonas son, pero nunca verdaderamente me puse en sus zapatos, hasta hoy.
Todavía no ha siquiera nacido mi bebé, pero ahora siento una mayor empatía por todas las mamás del mundo y principalmente por las que son mamá y papá a la vez, por ello quise dedicarles este espacio para decirles ¡gracias! ¡gracias! ¡gracias!
Sé que no puedo ni empezar a imaginarme el tamaño de su lucha diaria. El sólo embarazo conlleva muchísimos cambios físicos y emocionales y no cualquier mujer se atreve a enfrentarlos sola; tan es así, que a diario miles escogen otra salida, antes que el reto de traer un ser humano al mundo. Y no lo juzgo, sólo es un hecho.
A ti mamá soltera, quiero decirte que eres una guerrera. Gracias porque decidiste sacar adelante a tu hijo por tu cuenta. Gracias a nombre de tu hijo@, a nombre de la sociedad, y del mundo. Si para cualquier mamá es difícil la delicada misión de educar, para ti probablemente lo sea más, pero que algo te quede bien claro, puedes con eso y más. Dios, en su infinita misericordia, te regaló el don de la maternidad, y sean las circunstancias que sean las que estés viviendo, ¡estás viva y eres mamá!. ¡Cuántas mujeres darían cualquier cosa por tener ese privilegio!
Mientras escribo estas palabras y siento a mi bebé moverse, una cosa te puedo decir, sola no estás. Tú también sentiste esto, y eso nos convierte en mujeres del mismo equipo.
Todas las mujeres que conocemos la sensación de engendrar a una personita dentro de nosotras estamos unidas en una misma misión; en mi opinión, la más trascendental en esta tierra, la de formar almas.
Gracias por atreverte a luchar con el resto de nosotras, por callar tus miedos, por enfrentar los retos, por pararte cada día y echarle ganas, por no dejarte vencer, por estar orgullosa de ser mamá, por atreverte a amar como nunca antes lo habías hecho, por renunciar a ti misma. Gracias por hacerte más fuerte, por ser responsable. Gracias por ser ejemplo para el resto de todas nosotras mamás, por inspirarnos y demostrarnos que todo se puede y que cuando se tiene un hijo se acaban las excusas, no hay más mirar atrás, sólo para adelante. ¡Siempre pa´delante!.
Espero de todo corazón que estas palabras, aunque sencillas, te recuerden de lo que estás hecha. Todo mi respeto y admiración para ti, querida mamá soltera.