Gennady Golovkin no logró imponer los pronósticos al empatar con Saúl ‘Canelo’ Álvarez. En una espectacular pelea, la decisión dividida terminó por sellar la igualdad en una noche colosal en el T-Mobile en Las Vegas, una noche perfecto para una necesaria reivindicación de Box.
El inicio vio a un impactante Canelo, quien sorprendió a propios y extraños con su movimiento de cintura para hacer fallar en varias ocasiones a Golovkin, que tardó en hallar la fórmula para contrarrestar al mexicano. En los primeros tres rounds, el jalisciense fue ligeramente superior.
A partir del cuarto asalto, ‘GGG’ tomó la iniciativa y comenzó a debilitar con golpes al mexicano, que planteó al contragolpe como su mejor arma durante el combate. Poco a poco, el originario de Kazahjastan se adueñó de las acciones y el quinto round vio su auténtico despertar.
La recta final de la pelea fue un toma y daca, Golovkin, como en la mayor parte de la noche, fue a buscar al Canelo, quien se situó contra las cuerdas esperando la distracción de su rival. En los últimos dos rounds, el mexicano dejó atrás su postura defensiva para arriesgar en busca de demostrar la superioridad, aunque no tuvo fortuna.
Con el término del combate, ambos pugilistas se sintieron vencedores: alzaron los brazos en señal de la victoria…misma que no llegaría. La determinación de los jueces fue empate: 118-110 Canelo, 115-113 GGG y 114-114.
Ante 22 mil 358 asistentes ambos peleadores dieron una exhibición de box y estrategia que por las características de Gennady Golovkin pudo inclinar a su favor poniendo una presión que fue de más a menos, aunado a un Canelo que demostró que se puede dominar la peligrosa pegada noqueadora de su rival.
La revancha está pactada, y sin duda alguna tendremos la oportunidad de revivir nuevamente una noche épica de box, como las que hace mucho tiempo no teníamos. Buena pelea de Canelo, que seguirá callanda a muchos detractores que se han ido sumando a lo largo de su carrera.