El número uno del mundo, condición que tiene asegurada al menos hasta 2017, campeón del Abierto de Australia, de Miami, Indian Wells y Doha, lo es también del Mutua Madrid Open, torneo que conquista por segunda vez, después de su triunfo en 2011. Venció a Andy Murray por 6-2, 3-6 y 6-3, en dos horas y seis minutos de una final donde el de Dunblane tardó bastante en entrar. Djokovic gana así su 29º Masters 1000 y supera de nuevo a Rafael Nadal en el liderato de esta clasificación. Esta vez, a diferencia de 2013, sin que faltase alguna reacción hostil, salió de la pista reconocido como el extraordinario tenista que es.
Mientras algunos de los espectadores que colmaron la central de la Caja Mágica templaban emociones una vez concluida la crucial jornada futbolística, el balcánico empezaba su labor de demolición de un rival que venía avalado por su gran papel en las semifinales, frente a Nadal.
Djokovic quebró en el primer y en el tercer juego del set inicial, en el que sólo cedió tres puntos con su servicio. Fue el suyo, nuevamente, un ejercicio de suficiencia. Poco le importó que enfrente estuviera el número dos del mundo, el mismo que le había llevado a los cinco sets en su último cruce sobre tierra, las semifinales de Roland Garros del pasado año. Da la impresión de que lejos de estrecharse la distancia entre sus más próximos competidores, ‘Nole’ la agiganta