Rápidamente llegó el día del comienzo del Abierto de Australia, en Melbourne, primer grand slam del año.
Poco ha cambiado el panorama en el tenis mundial respecto a la pasada temporada, y son los vigentes campeones, el serbio Novak Djokovic y la estadounidense Serena Williams, los llamados a ganar. Por lo pronto, en la primera ronda del torneo, Djokovic y Federer sin despeinarse se instalaron en la segunda ronda.
Pocos piensan que otro, aparte de Djokovic, sólido líder de la lista mundial de la ATP, sea quien levante el trofeo el 31 de enero.
Y es que el serbio es el tenista con más títulos ganados en Melbourne: cinco veces ha levantado el trofeo, no pudo empezar mejor el año que ganando un título, el del ATP 250 de Doha (Catar), tras batir a Rafael Nadal en la final.
En el 2015, ‘Nole’ perdió en cuartos de final de este torneo y luego completó un año envidiable de 82 triunfos, solo dos derrotas y 11 títulos, tres de ellos de Grand Slam.
Andy Murray, Roger Federer, Stan Wawrinka y Rafael Nadal son también candidatos al título. Pero la supremacía mostrada por Djokovic en el 2015 y el hecho de mantener un juego de alto nivel, en el que pocas oportunidades les da a sus rivales, hacen del serbio el candidato ‘1A’ al triunfo.
El japonés Kei Nishikori es el potencial rival de Djokovic en cuartos de final. En ese camino para jugar el partido por el título estaría en semifinales posiblemente Roger Federer. Un calendario nada fácil en la segunda parte del torneo para el serbio, que tiene la calidad que necesita para superar cualquier escollo.
En damas, la favorita sin duda es Serena Williams. Su panorama es un poco más complicado, pues no ha jugado la totalidad de un partido oficial desde su derrota en las semifinales del pasado Abierto de EE. UU.
Problemas de rodilla le impidieron participar correctamente en la Copa Hopman 2016, pero eso no es impedimento para una Serena que dijo estar en forma para el inicio del torneo. “Me encuentro bien, he entrenado los últimas días y estoy lista para jugar”, señaló el jueves.
Serena comenzará el torneo contra la italiana Camila Giorgi, 35 del mundo. En su cuadro, y si ambas avanzan hasta los cuartos, enfrentaría a Sharapova, antes de una posible semifinal contra Radwanska o Kvitova.
Si no hay sorpresas, jugaría la final contra la rumana Simona Halep, 2 del mundo, o contra Garbiñe Muguruza, la joven hispanovenezolana que parece ser quien en pocos años tomará el mando del circuito.
Pero con la potencia de sus golpes, su juego y el calor que se vive por estos días de verano en Australia, con promedio de 40 grados centígrados en Melbourne, Serena puede tener el camino llano con destino a su séptimo título en Australia y seguir haciendo crecer su leyenda en el tenis femenino.
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