Indignación total con Dalai Lama ofrece disculpas
El Dalái Lama calificó como “broma” que haya solicitado a un niño que le lamiera la lengua, lo que dice hacer de manera “inocente y juguetona”, pero, ante la reacción que ello causó, lo lamentó y se disculpó con el niño, su familia y con sus amigos en todo el mundo.
En días recientes se difundió ampliamente un video de un acto del líder religioso, imágenes grabadas a fines de febrero en el templo Tsuglakhang, en Dharamshala, en India, en una reunión que tuvo con estudiantes que habían concluido un curso ofrecido por una organización filantrópica, que posteriormente difundió algunas de ellas.
En el video, que se convirtió en viral, se observa que un niño se acerca a Tenzin Gyatso (nombre del Dalái Lama), de 87 años, para preguntarle si lo puede abrazar, a lo que el religioso le señala su mejilla y le dice que “primero aquí”. El menor le besa la mejilla y procede a darle un abrazo.
Sin embargo, el Dalái Lama va más allá: mientras toma la mano del infante, le señala sus labios y le dice: “Creo que aquí también”, y le besa en los labios. Toma su cuello , une su frente con la del niño, saca su lengua y le dice a este: “Chúpame la lengua”. Entre las risas de algunos de los asistentes al acto, el menor también saca su lengua y se retira un poco, tras lo cual se vuelven a abrazar y el religioso le dirige algunas palabras más.
La propagación de estas imágenes generó estupor e indignación en las redes sociales, debido, principalmente, a los abusos sexuales contra los niños, aun más cuando se trata de figuras religiosas.
Ante las numerosas y clamorosas muestras de repudio a lo mostrado en el video con el niño, este lunes el Dalái Lama dio a conocer un comunicado sucinto en el que se refiere a su “broma inocente y juguetona” y se disculpa por el acto.
“Ha circulado un video clip que muestra una reunión reciente cuando un niño le preguntó a Su Santidad el Dalái Lama si podía darle un abrazo. Su Santidad desea disculparse con el niño y su familia, así como con sus muchos amigos en todo el mundo, por el dolor que sus palabras pueden haber causado.