Fotografía

Mi gran boda hindú en Barcelona

Publicado el 21 de enero de 2014

Debido a un contrato de confidencialidad y con todo el dolor de mi corazón, no les voy a poder enseñar (presumir vaya) las imágenes de esa boda Hindú en Barcelona de la que comencé a contarles el artículo anterior. Dicho esto y aventurándome un poco, trataré de acercarlos narrativamente en la medida de lo posible a lo que me tocó documentar la primera quincena de diciembre.

Muchos se preguntarán por qué tanto alboroto por una boda fuera de México y menos cuando no es la primera que hago, pero es que los números no son para menos; basándonos en los estándares de la revista Forbes, el enlace matrimonial de Shristi Mittal y Gulraj Behl marcó un precedente social y económico que pasará a la historia tanto por los personajes invitados como por el derroche económico que dividió las opiniones de los españoles entre los que pensaban que era demasiado gasto para una boda y los que agradecían que ese gasto se quedara en su país (los detalles en Google cuando terminen de leer)

La cita a los aproximadamente mil invitados (y un servidor) fue en el Hotel Arts de Barcelona, el emblemático y lujoso Ritz Carlton de la ciudad catalana que ostenta premios internacionales de diseño, gastronomía y servicio. Desde algunos metros antes de la llegada ya podía apreciarse el despliegue de seguridad que se iba acrecentando conforme me iba acercando a la puerta del hotel. Arreglos florales, detalles a la llegada, regalitos en la habitación, all inclusive 24 horas de comida y bebida son solo algunos de los detalles que la familia tuvo para los invitados.

Aún cuando el evento principal de la boda estaba previsto para ser cubierto por un equipo de 12 personajes de foto y video, el único con permiso para narrar el fin de semana junto a la familia era un servidor (además de que era el único que compartía hotel con ellos); Para una narrativa visual más completa, llegué dos días antes de que comenzara la fiesta, misma que dura, como es costumbre en la India, tres días. Comidas familiares, reuniones de amigos, aplicación de mehendi, fiestas en la noche, todo esto me fue dando una idea de lo que se estaba cocinando para el fin de semana pero no fue hasta llegar al primer día del enlace que comencé a ver la magnitud del evento.

La primera noche tuvo como locación el Museu Marítim de Barcelona. Paparrazzis, alfombra azul, shows en vivo, y la organización y decoración del equipo de Toni Seguí, el más famoso y aclamado decorador de bodas del país. Suficiente para que los invitados se fueran con una probada (y la boca abierta) de lo que les esperaban los días siguientes.

El siguiente día me tardaría un artículo entero en narrarlo así que en resumen: un desayuno/fiesta/tablado/tradicional español más grande que cualquier evento de aniversario de empresa multinacional, descanso a medio día y una fiesta en el Pabellón Italiano de la ciudad con espectáculo de caballos, fuego, música coral, DJ traído de Houston Tx, el espectáculo de La Fuente Mágica de Montjuïc y sobre todo el espectáculo de ver a miles de españoles afuera del evento asomándose a ver quién llegaba y qué estaba pasando porque no les alcanzaba para entender la magnitud de lo que pasaba.

Finalmente y ya todos muy enfiestados y desvelados (porque es de reconocer que tanto los invitados como los festejados no pararon de bailar jamás) llegó el día de la fiesta principal. Ceremonia religiosa en la mañana (petit commité, la familia y yo) y la cita al magno evento en el MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya) uno de los Museos más imponentes del mundo y motivo de orgullo catalán. Desde las 5 de la tarde comenzó a notarse la aglomeración de paparazzis y prensa de todo el mundo tras la valla que delimitaba el acceso a más de 50 metros de la entrada al recinto. Conforme fueron llegando los invitados fueron comenzando los shows de calle como una batucada y un espectáculo circense al más puro estilo del circo del sol. La llegada del novio, como es tradición, fue en caballo blanco, con la escolta de familia y amigos a ritmo de tambores. Por su parte la novia, protegida y flanqueada por cuatro chambelanes llegó casi cubierta en su totalidad y vestida de rojo y dorado. No me voy a adentrar en temas de pedrería, solo diré que los collares y otros accesorios que se ven en ceremonias como los oscares pasarían desapercibidos, casi inexistentes al lado del ajuar de la novia.

Adentro, en el patio principal del museo, dividido en dos por grandes cortinas rojas, hubo una ceremonia tradicional y a su término una gran fiesta con diversos espectáculos. Música para bailar y el cátering del chef de moda en Barcelona Sergi Arola. Todo hasta casi el amanecer.

El día de hoy, un mes después del enlace y después de editar casi cinco mil fotos, mandé a Londres un disco duro con las fotos, un regalo y una nota en la que le pido permiso de publicar algunas imágenes. Si la respuesta es sí (y créanme, valdría la pena verlas) las publicaré en mi blog www.chumamontemayor.wordpress.com

Ah! Y aunque yo no puedo publicar imágenes, la prensa española sí pudo, así que aquí les dejo un link

En ese link pueden ver de qué se trató y hasta creo que sale un fotógrafo pelón por ahí que ustedes conocen jaja feliz 2014 a todos!

Chuma Montemayor

Multidisciplinario desde muy temprana edad, el trabajo de Chuma Montemayor lo ha llevado a trabajar con diversos diseñadores y revistas de moda y su trabajo ha sido publicado en canales como Fashion TV y The Body Channel y en revistas como InStyle.

Con más de 200 bodas documentadas, ha trabajado en ciudades como Cancún, Guadalajara, Vallarta, Monterrey, San Luis Potosí, el D.F., McAllen y San Diego.

En lo comercial, ha trabajado con Universal Music, Doña Tota, Organica Tea&Co, Hoteles Quinta Real, Nutriol, RoadRanger, Lola de Alejandro, Club de fútbol Correcaminos (foto oficial) entre muchos otros.

Ha retratado Directivos, Presidentes Municipales, Gobernadores y diversos funcionarios tanto en campaña como en retratos oficiales.