El flan es un postre suave, cremoso, dulce, con un olor espectacular y un color dorado que lo hace irresistible y que al probarlo se deshace en tu boca dejando un sutil sabor y una sensación muy agradable y dulce que ha conquistado al mundo entero.
Su origen data de siglos antes de Cristo cuando los romanos mezclaron huevos con leche y miel, lo cocinaban a fuego lento y ya cocido lo servían con pimienta. Su primer nombre fue Tyropatinam.
En la edad media se consumía en cuaresma y tomó más popularidad. Es en esta época cuando adquiere el nombre de “Flan”, palabra francesa que proviene de “flado” (torta u objeto plano) y es hasta entonces que empieza a servirse como postre agregando azúcar y al cocerse se invertía y agregaba caramelo. En Francia y España se hizo muy popular y es por la colonización española que llegó a América Latina.
Hoy en día este postre se elabora en todo el mundo, cada país le pone un toque específico y se han creado algunas variantes de flanes haciéndolos de diferentes sabores como flan de chocolate, de coco, de queso, de café, de fruta de la pasión entre otros, todos deliciosos.
Comúnmente el flan se elabora con huevos, leche y azúcar. A pesar de ser un postre simple y de fácil elaboración tiene muchos detalles que deben cuidarse para lograrlo con éxito. Vamos a analizarlos para que puedas hacer un flan perfecto.
Iniciamos con el molde. Al elegir el molde para el flan debe ser un molde que puedas poner a baño maría y de preferencia que no sea muy grande o si lo es, debes considerar que esto modificará el tiempo de cocción.
El caramelo. Este se elabora solo con azúcar o con azúcar y un poco de agua en una olla según lo indique la receta. No debes mover el azúcar solo esperar a que esta se derrita y tome color dorado. Puedes tomar la olla y hacer círculos con ella solo para mezclar el caramelo con el azúcar que aún no se ha disuelto y volver al fuego. Estará listo cuando tenga un color caramelo claro y tenga muy pocas burbujas.
El flan. La receta común lleva huevos, leche y azúcar, algunas recetas llevan esencia de vainilla, otras diferentes tipos de leche. Las proporciones varían de una receta a otra pero todas son buenas, simplemente se baten o licúan los ingredientes y se vierten en la flanera donde previamente ya vaciaste el caramelo.
La cocción. Para tener una cocción adecuada el horno debe estar a temperatura baja y previamente precalentado. Debes poner el molde sobre un baño maría y dependiendo su tamaño será el tiempo de cocción, este puede variar desde 45 minutos hasta 2 horas.
¿Como desmoldar? Al terminar la cocción el flan debe enfriar a temperatura ambiente y después debes refrigerarlo por 4 o 5 horas. Ya totalmente frío puedes desmoldarlo sin riesgo de que se rompa.
El flan debe quedar firme, suave, color dorado, el caramelo debe estar líquido y debe tener un color profundo no muy obscuro. ¿Se te antoja?
Anímate a hacerlo para consentirte o consentir a tu familia. Siempre es agradable compartir tiempo con ellos y si les haces un postre seguro les darán más ganas de verte.
Recuerda que cualquier pretexto es bueno para reunirte con la gente que amas y si además puedes darles un pedacito de esta delicia y disfrutarlo juntos, seguro mejorará su día y también el tuyo, porque les estás dando en un simple flan un poco de tu tiempo y amor con el que lo elaboraste para endulzar su día.
Te deseo muchísimo éxito, amor, felicidad y sobre todo una dulce vida.
Para despedirme una frase: «Un buen postre se anuncia a la nariz desde la cocina».
¡Hasta la próxima!