A partir de hoy tendré la fortuna de compartir con ustedes mi gran pasión: la repostería y el chocolate. Toda mi vida he leído sobre estos temas y he creado recetas pero siempre con la idea de expresarme a través de mi trabajo, que es delicioso por lo que empezaré por una de las cosas que más me gusta hacer ¡bombones! Mejor conocidos como chocolates y rellenos.
¿Alguna vez has visto cómo se elaboran los bombones?
Empecemos por el término Bombón este concepto se utiliza como nombre de una confitura elaborada en base a chocolate que es considerada como una de las delicias más importantes de la alta gastronomía y pastelería. Estas piezas suelen ser muy vistosas por el cuidado necesario a la hora de su elaboración. Los bombones son los chocolates que traen consigo una deliciosa sorpresa de sabor, textura y aroma que en ocasiones pueden transportarnos a algún lugar o algún buen recuerdo.
Elaboración:
No es mi intención darles una receta sino más bien describirles los procesos por los que es necesario pasar para elaborar chocolates, que es en realidad algo muy divertido.
En un principio debemos temperar el chocolate. Temperar es elevar, mediar y volver a elevar la temperatura del chocolate para cristalizarlo. Este proceso es el más importante, ya que con este se consigue que al terminar la pieza tenga brillo y que al momento de morderlo se escuche un crujido. Ambas características son de chocolates de alta calidad.
El proceso de templado manual es delicioso, relaja y se disfruta enormemente. Algunas personas que me han visto elaborarlos no pueden dejar de ver como se mueve el chocolate y al momento de espesar y vaciar para aumentar su temperatura no pueden evitar querer hacerlo.
Para templar, fundo el chocolate y empieza la terapia con su increíble aroma, lo vacío lentamente a una mesa fría y con la pala y espátula empiezo a alisar el chocolate e inicio haciendo cortes de afuera hacia el centro y quitándolo de la espátula para mover el chocolate. Es haciendo esos cortes que se va viendo cómo va modificándose la textura del chocolate, se repite esto unas cuantas veces y del centro se toma un poco y se pone en el labio inferior de la boca, si se siente tibio ya está listo para continuar el proceso. Es ahí cuando lo vacío en un recipiente que aún tiene chocolate fundido caliente y se mezclan, ese choque de temperaturas es crucial para un buen temperado.
Ya listo el chocolate se procede a vaciar en los moldes para hacer los “casquillos”, se vacía con espátula y se eliminan los excesos para dejar espacio al relleno. Se enfrían, se rellenan y se sellan con chocolate. Al desmoldar deben tener un brillo inigualable que no podrás resistir.
Cuando viajes no dejes de ir a alguna bombonería y no escatimes en probar los increíbles sabores que conocerás ya que en cada lugar tienen frutos u otras costumbres gastronómicas que nos brindarán una gran experiencia cultural. Espero les guste mi nota y para despedirme les dejo una frase: La vida, como el chocolate. A veces dulce, a veces amarga pero siempre…es delicioso vivir. ¡Hasta la próxima!