El pastel de chocolate es uno de los pasteles más populares en todo el mundo. Su irresistible sabor y mesurada dulzura hace casi imposible dejar pasar la oportunidad de comerlo y disfrutar cada bocado de una deliciosa rebanada.
Es tan equilibrado su sabor que conquista a chicos y grandes en cada celebración y esto lo ha convertido en el pastel favorito de muchos.
A principios del siglo XVII el pastel de chocolate era un simple pastel de vainilla con cobertura de chocolate, hasta que en 1828 un químico de origen holandés llamado Casparus Van Houten desarrolló una forma de extraer la manteca del licor de cacao y cacao desengrasado parcialmente, mismo que se comercializó como piedra de cacao con la cual lo hacían polvo. A partir de ahí el chocolate pasó de ser un producto muy costoso a ser un producto más popular y al alcance de todos.
El pastel de chocolate se creó por unos pasteleros ingleses que empezaron a añadir polvo de cacao a las preparaciones que normalmente hacían para sus pasteles, con el tiempo el pastel de chocolate adquirió una gran popularidad. Era un pastel considerado algo extravagante y se consumía solo en celebraciones importantes.
En el siglo XX se hizo más común su consumo por la baja de precio del chocolate incrementando aún más su popularidad. La primera receta como la conocemos en la actualidad se elaboró en el año 1900 y se le llamó “Devil´s Food” porque era tan delicioso que tenía que ser considerado como pecado.
El pastel de chocolate fue inspiración para desarrollar entre otros el pastel alemán, sacher torte, pastel selva negra, red velvet y muchas otras versiones, mismas que basan su preparación en esta receta inicial.
En la actualidad comúnmente se prepara con harina de trigo, polvo para hornear, huevos, azúcar, cacao en polvo o en ocasiones con chocolate, una grasa ya sea mantequilla o aceite y algunas veces contienen agua, yogurt, leche o suero de leche.
El resultado siempre es fantástico y si haces una buena combinación con el relleno y cobertura será un postre para consentir y alegrar a cualquiera.
Sin importar la receta o los ingredientes que contenga siempre es un placer comer una rebanada de un buen pastel de chocolate y más si va acompañado de una suave, brillante y sutilmente dulce cobertura de chocolate.
Es un gran pastel que tiene múltiples versiones pero todas deliciosas, equilibradas y ligeramente dulces.
Consiente a tu niño interior, a tu familia y amigos con este maravilloso pastel y como hay mucho por celebrar no pierdas la ocasión de consumir este delicioso e irresistible placer.
Te deseo mucho éxito en tus proyectos. Celebremos la vida y que mejor que con un increíble, suave y esponjoso pastel de chocolate.
Y para despedirme una frase: “La vida es como el chocolate, a veces dulce, a veces amarga pero siempre es delicioso vivir”. ¡Hasta la próxima!