¿Has probado el toffee? Si eres amante del caramelo no puedes dejar pasar la oportunidad de probar esta increíble delicia.
El toffee es un caramelo de un hermoso color dorado y brillo inigualable que tiene diferentes presentaciones, puede ser una simple salsa, un suave caramelo pegajoso o un caramelo duro y crujiente.
Este maravilloso caramelo se cree que es de origen inglés. No se sabe a ciencia cierta el año o por quién fue creado pero quien lo hizo dejó una maravillosa herencia para todo el mundo por su increíble sabor, por lo que veremos a continuación la utilización más frecuente en cada una de sus presentaciones.
- Salsa de toffee: La salsa de toffee se utiliza generalmente para acompañar helado, bañar un brownie, cheesecake o para decorar algún pastel sobre el betún. Da una apariencia muy atractiva y su delicado sabor potencializa la dulzura de los postres. La salsa también puede hacerse salada y es única, para mi gusto es mucho mejor que la salsa de toffee tradicional.
- Caramelo pegajoso: este es el que se utiliza para cubrir manzanas, elaborar tortugas o rellenar golosinas. Es delicioso, de sabor ligero, no empalaga y es muy agradable su textura. Es perfecto para cubrir fruta y bañar con chocolate o con botanas saladas como los pretzels. Con este tipo de caramelo se pueden hacer muchísimas recetas como un betún, mousse, cheesecake, cupcakes o cualquier postre al que quieras darle un toque único.
- Toffee inglés: Este es un caramelo crujiente, color dorado, con un aroma delicioso, cubierto de una fina capa de chocolate y trozos de nuez o almendra. Es casi imposible romper un trozo de este y al escuchar su característico crujido evitar llevarse un trozo a la boca. Esta combinación de ingredientes es perfecta, no es demasiado dulce y si además le ponemos un poco de sal da un resultado maravilloso. Es sin duda un postre muy original y consentido de muchas personas. Es simple, elegante y perfecto ya que mezcla diferentes texturas y sabores.
Como puedes ver en cualquiera de sus presentaciones es muy atractivo y hay muchísimas formas de utilizarlo. Le da más personalidad a los postres, es fácil elaborarlo y más disfrutarlo.
Si te gusta probar diferentes sabores, este es uno que no te puedes perder, en especial si te gustan los postres que no son tan dulces, porque una vez que lo pruebas puede convertirse en un adictivo placer.
Endulza tu vida y si no es con un postre que sea por lo menos con una sonrisa.
Te deseo muchísimo éxito en tus proyectos y que disfrutes al máximo cada día y cada lección que aprendas en el camino para cumplir tus sueños.
Y para despedirme una frase: “Ningún comensal olvida un plato hermoso, porque hasta después de comerlo, se queda con él en su mente”.
¡Hasta la próxima!