Un saludo a todos los lectores de la revista. Deseo este 2014 lo aborden con actitud positiva.
Este mes quiero compartirles que a mediados de 2013 decidí dedicarme primariamente a invertir en empresas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Dejé mi trabajo en el cual pase trece años y pase a ser un inversionista independiente.
Mi percepción es que cuando se habla de invertir en la bolsa la mayoría de las personas nos sentimos ignorantes. Preferimos delegar esta responsabilidad a un fondo de inversión o de plano mantenernos lo más alejados que podamos del tema. Hay una especie de karma negativo que tiene su origen en la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos. Generaciones enteras han pasado por la vida temerosos porque en la bolsa se puede perder todo de un día para otro.
Vale la pena entonces explicar lo que se entiende por invertir en la bolsa. La gran mayoría de los negocios fueron pequeños en algún momento. Cuando los negocios son chicos las inversiones se financian con dinero de los dueños o pidiendo prestado al banco. Ahora, hay ciertos negocios a los que les va muy bien. Llega un momento en que crecen tanto que tienen que buscar vías alternativas para financiarse. Una de estas vías es salir a la bolsa y recaudar fondos de inversionistas a través de la emisión de acciones. Cuando como individuo compras una acción estás en efecto tomando propiedad, en porcentajes minúsculos, de una empresa.
¿Alguno de ustedes ha comprado acciones de Femsa este 2014? ¿Están conscientes de que al comprar acciones de Femsa estarían, en efecto, comprando un minúsculo porcentaje de propiedad en Gorditas Doña Tota? ¿Como pasó esto? En principio, todo arrancó con un negocio chico que creció y le fue muy bien, que al crecer fue tomando decisiones de como administrar ese crecimiento y que en cierto momento decidió que encontrar un socio para catapultar su crecimiento era su mejor alternativa. Ese socio es Femsa que es una empresa que tiene acciones en la bolsa.
Invertir en la bolsa es un ejercicio que, a mi juicio, requiere estudio, paciencia y temple. Muchos de los riesgos de este tipo de inversión están ligados a soñar que nos vamos a hacer millonarios de un día para otro. En mis artículos anteriores les dije que la toma de decisiones debe ser pronta y certera. Cuando inviertes en la bolsa la mayor parte del tiempo tu decisión será no ejecutar nada. Así es, esperaras con paciencia y aguantarás con temple. Mientras tanto, deberás estudiar.
Hasta la próxima.