Con el fin de dar cerrojazo al “HANDICAP TAMAULIPAS 2016”, nos vemos en la imperiosa necesidad de afirmar que su resultado, hasta ahora, esta marchado de origen por el obscuro manoseo federal en una fiesta cívica debió de ser única y exclusivamente de los tamaulipecos. Es decir, sin la intervención de hidalguenses, sonorenses, chilangos y atlacomulcos.
Déjame Lectora-Lector explicarme, la designación del candidato del PRI para contender por la gubernatura cueruda debió de darse durante la primera quincena de diciembre, la decisión estaba tomada en favor del economista BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, pero y aquí viene una de las traiciones que sufrió BALTA, el CEN del PRI decidió ampliar por sus “esos” la fecha del destape y ¿qué creen?, que crecieron los enanos.
MARCO BERNAL, ALEJANDRO ETIENNE, MERCEDES DEL CARMEN GUILLÉN, ALEJANDRO GUEVARA, ENRIQUE CÁRDENAS, RAMIRO RAMOS, desplegaron con sus respectivos padrinos, algunos reales, otros ficticios o inventados por el calor de la contienda, pero todos con un solo fin, molestar y desviar la opinión ciudadana para sacar personal provecho. Lo anterior a pesar de que ya sabían que la decisión ya había favorecido a HINOJOSA OCHOA.
Muy lejos quedó la famosa disciplina y obediencia tricolor. BALTA sufrió en carne propia la mentira y la hipocresía de sus contendientes políticos. Ninguno de ellos demostró respeto a su designación. Antes por el contrario operaban y manipulaban a sus seguidores en contra del candidato tricolor. Las pruebas están a la vista de la sociedad tamaulipeca.
Para seguir con el tema de las traiciones a BALTA, habrá que ver y sacar conclusiones rápidas en la designación de su equipo de campaña, el rechazo fue inmediato, los cartuchos quemados que acompañaron al candidato tricolor fue de repudio y decepción, ¡con esos colaboradores para que quieres enemigos!, puros generales sin tropa exclamó Juan Pueblo, y así por el estilo con el rechazo de una sociedad indignada se desarrolló una campaña elitista y alejada de la realidad tamaulipeca.
Al buen BALTA lo convencieron que para conocer la problemática del reto de gobernar Tamaulipas, bastaban con la realización de foros, debidamente preparados y sin esencia, y realizar concentraciones multitudinarias, con el consabido acarreo, pago de tortas y refrescos, entrega de despensas y favores. Es decir, lo mismo de siempre, simulación de tener un candidato aceptado por las mayorías. ¡Mentira vil!
Para acabarla de fregar a BALTA le organizaban comidas y cenas elitistas, alejadas del pueblo y de su triste realidad, pero como diablos iban a realizar actos para que el candidato tuviera contacto con la raza si los miembros de su campaña lo que querían era oírlo cantar y acompañarlo en sus pachangas.
A BALTA lo engañaban y por consecuencia lo traicionaban sus colaboradores cuando le decían que iba a tener reuniones con la sociedad civil tamaulipeca. Nunca sucedió dicho encuentro, o tu lectora-lector, ¿te enteraste o viste alguna fotografía de BALTA platicando o saludando a un taxista, a un aseador de calzado, vendedor de lotería, maestro emérito o jubilado, enfermera, vendedor de periódico, a un deportista retirado que fue gloria del deporte tamaulipeco, a un joven estudiante becado por su esfuerzo, a un músico, estilista, acaso tuvo reuniones con ciudadanos que ejercen libremente una profesión u oficio?. De todo lo anterior no hubo nada solo mentiras, engaños y traiciones.
A todo lo mencionado habrá que agregar la gran traición de las autoridades electorales, tanto a nivel federal como estatal. ¿Que acaso no se dieron cuenta del brutal, excesivo e insultante gasto de todos los candidatos y no fueron capaces de señalarlos y mucho menos sancionarlo? ¿Cuánto costaron las campañas? ¿En dónde quedó el aparato jurídico del priismo nacional y estatal para denunciar la gran variedad de irregularidades que cometió el PAN y sus candidatos? En caso de no hacerlo estarían cometiendo otra traición más al candidato tricolor y a sus seguidores. Las autoridades electorales deberán de investigar a fondo tanta irregularidad cometida en el proceso electoral tamaulipeco.
En resumen, los tamaulipecos vivimos un proceso electoral en donde influyeron muchos factores que enviciaron y mancharon por mucho el resultado. La sociedad civil tamaulipeca tendrá la ocasión y oportunidad de exigir cuentas claras y transparencia para aceptar al nuevo gobierno, de no ser así iniciarían con la duda de su legitimidad.