El hombre clave contra el ‘apartheid’ y primer presidente negro de Sudáfrica, fallece el día de hoy a los a los 95 años en su casa de Johanesburgo, nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un poblado de 300 habitantes cerca de Umtata.
Hombre clave para acabar con el régimen racista del apartheid, por el que una minoría blanca dominó durante décadas a sus compatriotas. Durante los últimos dos años tuvo que ser hospitalizado en cinco ocasiones, la última por una infección pulmonar, el pasado 8 de junio, un problema que ha arrastrado su salud desde los tiempos de confinamiento en la prisión de la isla de Robben.
Las últimas imágenes de Mandela fueron captadas en abril de este año, poco después de recibir el alta del hospital. El presidente Zuma acudió a su hogar para visitarle, pero la instantánea que resultó de aquel encuentro mostró a un Mandela ausente, serio, delgado y débil. La visita provocó fuertes críticas contra el propio Zuma por la escena que dejó entre los sudafricanos.
Ha su lado, siempre ha estado su esposa, Graça Machel, que en una nota agradeció el pasado 17 de junio, ante las buenas noticias que llegaban desde la habitación de Madiba, los “miles” de mensajes “de amor, consuelo y esperanza”.
Con Mandela desaparece una de las grandes figuras políticas del siglo XX. Su elección como presidente en las primeras elecciones multirraciales, celebradas el 27 de abril de 1994, fue la culminación de una trayectoria que empezó en las juventudes del partido Congreso Nacional Africano. Condenado a cadena perpetua en 1962 por su lucha contra el apartheid, pasó 27 años encarcelado, la mayoría en el penal de la isla de Robben, donde era el preso 46664.
El mundo sometió a la Sudáfrica blanca al boicot, las sanciones y el aislamiento internacional a causa de la política de segregación racial. Durante sus últimos años entre rejas, negoció en secreto con el presidente Frederik de Klerk el fin del sistema de apartheid y una vez libre retomó el liderazgo de su partido, que fue legalizado como otras organizaciones que habían luchado contra el régimen. Ambos políticos recibieron el Nobel de la Paz en 1993. Tras un único mandato de cinco años como presidente, se retiró de la política.