
Crédito fotografía: www.aguas.org.mx
Tuve el gusto de poder recorrer estos días una de las regiones más emblemáticas de mi estado Tamaulipas. Me refiero a la gran frontera, conformada por los municipios de Nueva Ciudad Guerrero, Ciudad Mier, Miguel Alemán, Camargo y Díaz Ordaz.
Municipios de mucha historia en Tamaulipas. Por ejemplo, el primer gobernador del estado era originario del municipio de Guerrero, Bernardo Gutiérrez de Lara y cuenta con su gran atractivo, la presa Falcón, siendo una de las 10 presas más grandes del país. O el bello municipio de Ciudad Mier, otorgada el título de Pueblo Mágico en el 2007 por la Secretaría de Cultura.
Desafortunadamente es una región que en los pasados 10 años, fue afectada por la inseguridad y terribles gobiernos locales, que estaban prácticamente de adorno.
Al paso de los años y derivado al olvido de los gobiernos. Los habitantes de esta región han sabido organizarse y sacar adelante el desarrollo de su zona sin importar las dificultades. Son orgullosos de su tierra y les molesta que se les conozca como municipios de “la frontera chica”.
Pues permítanme comentarles que me he llevado una linda sorpresa en mis recorridos por allá. Hoy más que nunca creo que la gran frontera está despertando. Entre ellos se están organizando y por debajo del agua preparan formular un bloque ciudadano en busca de enaltecer nuevamente la región.
Un bloque incluyente que vela por los intereses de la sociedad, en consecuencia, al olvido de las autoridades. Algunos dicen que es porque consideran que son municipios con pocos “votos”.
Pero ahora, todo está por cambiar. Los fuertes liderazgos políticos, los empresarios, los jóvenes, las mujeres y miembros de distintos sectores preparan algo que seguramente hará que los volteemos a ver.
Lo que me queda claro es que en Tamaulipas se está despertando. Es el momento indicado para que el ciudadano sea el verdadero responsable del destino de nuestro estado. Ya no es momento de culpar a nadie. Y seamos todos parte de este gran cambio.