Nacional

¿Petróleo mexicano?

Publicado el 23 de enero de 2014

“Los ingresos procedentes del petróleo, han conseguido que en México seamos perezosos”
-Vicente Fox.

La reforma energética se aprobó en diciembre del año pasado, opiniones a favor y en contra, para algunos se está privatizando el petróleo, para otros el petróleo nunca ha dejado de ser de México y no dejará de serlo.

Es importante señalar que esta reforma no sólo habla del petróleo, sino también de la energía eléctrica y la generación de la misma, aunque todos se han enfocado al oro negro. La reforma es histórica, pues fue aprobada por los estados en 83 horas, tiempo récord en nuestro país en la aprobación de una reforma constitucional.

Se modificaron 3 artículos constitucionales para adecuar el desarrollo de este cambio, el 25 (que habla del desarrollo sustentable e integral del país), el 27 (que habla de la propiedad de tierras, aguas y dominio de los recursos naturales por parte de la nación) y el 28 (que establece las reglas para la competencia económica, es decir, la restricción de prácticas monopólicas).

Antes de la reforma, el artículo 27 establecía que tratándose de petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos y gaseosos, no se otorgarían concesiones ni contratos y la nación llevaría la explotación de éstos. Ahora, aunque no se otorgaran concesiones, si se podrá contratar empresas privadas (nacionales o extranjeras) únicamente para la exploración y extracción del petróleo.

Algunos especialistas comentan que los objetivos de este cambio son transformar a PEMEX en una empresa de alta calidad, conservar la propiedad del petróleo, multiplicar la inversión y producción y financiar con mayores recursos el desarrollo nacional (considerando que más de la mitad del presupuesto nacional sale de aquí).

Con lo anterior surge una duda, ¿qué diferencia hay con una concesión? El jurista Jorge Calafell señala que una concesión es un medio eficaz, dentro de un Estado moderno, para entregar a particulares ciertas actividades o la explotación de recursos federales, que la administración pública no está en condiciones de desarrollar por 3 razones: inestabilidad económica, impedimento organizacional o/e inconveniencia política; creo que en México las 3 razones existían. Asimismo, el autor comenta que esta figura jurídica busca generar empleos, por ende, estimula el fomento de la riqueza nacional, y ayuda al Estado a dirigir sus recursos económicos prioritarios, para dejar a los particulares dichas tareas.

Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre la concesión y el contrato? Creo que el fondo es el mismo, es decir, las razones por las cuales se asignarán a particulares para la exploración y extracción de este preciado oro oscuro son las mismas que las de una concesión, tomando en cuenta lo que se explicó anteriormente, se podría decir que la palabra “concesión” produce temor y ruido en ambiente político y social, pudiendo ser una razón que por la cual lo quisieron manejar de esta manera.

En un primer diagnóstico podríamos concluir que esta reforma ambiciosa tiene un buen ver, pues observándolo de un lado de la moneda ¿de qué sirve tanto recurso natural si no se puede llegar a él?, el documento y la exposición de motivos de la iniciativa es convincente, hasta enamora al que lo lee, sin embargo tenemos que esperar que sucede en la práctica, también es muy importante la regulación secundaria en este tema, sobretodo cuáles serán los lineamientos para otorgar los contratos.

Ojalá no nos haga más perezosos, como dijo el “intelectual” ex presidente Vicente Fox, los invito a que tengamos fe en esta reforma, porque ya está más que aprobada, es decir, ¡no nos queda de otra!

RECOMENDACIÓN SEMANAL: Película “American Hustle” (en español “La gran estafa americana”). Un largometraje que cumple en todos los sentidos: un buen guión, muy buena dirección y manejo de las escenas, y sobre todo, una excelente actuación de los actores y actrices (Jennifer Lawrence, Christian Bale, Amy Adams y Bradley Cooper), mismos que ganaron o están siendo nominados en diferentes premiaciones de cine.

Arnoldo Huerta

Abogado, gusta de la política sana, la literatura y el buen derecho. Columnista en el periódico "El Expreso", "Epicentro de México", "Periódico Acceso" y "Revista Sondeo". Enamorado de Cd. Victoria y de su gente.