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#Opinión || Elecciones intermedias 2022 en EUA

Publicado el 14 de noviembre de 2022

 

Elecciones intermedias 2022 en EUA
Enrique Diez Piñeyro Vargas

Recordemos que hace dos años se celebró la última elección presidencial en el país vecino, en la cual resultó electo Joseph Robinette Biden Jr., nacido en Scranton, Pensilvania, el 20 de noviembre de 1942, convirtiéndose así en cuadragésimo sexto Presidente de los Estados Unidos de América, superando a su contendiente, en ese momento el Presidente en funciones Donald John Trump, por una diferencia de tres millones ochocientos noventa mil ciento setenta y tres votos ciudadanos, traducidos dentro del sistema de votación en el Colegio Electoral en una diferencia de cincuenta votos electorales.

A dos años de distancia, el escenario político en Norteamérica ha sufrido muchos contrastes debido a la difícil situación económica interna, las malas decisiones en el rubro migratorio, así como posturas en el ámbito internacional que atraen consigo una lluvia de críticas a las decisiones tomadas desde la Casa Blanca. Temas de gran resonancia que han sido capitalizados políticamente por sus oponentes, principalmente por quien sigue llevando la voz de mando dentro del ala republicana como lo es el ex presidente Trump. Habíamos advertido en alguna colaboración editorial los riesgos que representaría para el actual gobierno no haber puesto mano dura en contra del magnate neoyorquino y sus fanáticos seguidores desde aquella lamentable irrupción a la sede del Capitolio, la cual costó vidas humanas y generó un ambiente de confrontación y manifestaciones de racismo a grandes escalas, mismas que mantiene dividida a las sociedad estadounidense.

Sabiendo de antemano que actualmente el partido demócrata ostenta el Poder Ejecutivo y la mayoría en ambas cámaras, antes de esta jornada electoral realizada el pasado día martes ocho de noviembre, todo cálculo y proyección de los analistas y especialistas en temas electorales pronosticaban una barrida a los demócratas por parte de la ola roja republicana, sabiendo de antemano lo que estaba en disputa como lo es la renovación de los 435 asientos en la Cámara de Representantes, 35 de los 100 escaños en el Senado, así como la elección en 36 de los 50 estados que comprende a la unión americana, la mayoría de ellos claves debido al peso electoral que representan.

Para sorpresa de muchos, al día de hoy la elección en el Senado no cuenta con un ganador, lo que representa que al momento ambos partidos cuentan con 49 escaños, (se requieren 51 para obtener mayoría) considerando que dos senadores independientes son aliados de los demócratas y tomando en cuenta que en caso de un empate, la vicepresidencia Kamala Harris en su calidad de presidenta en la Cámara alta cuenta con el voto de desempate por si cualquier propuesta e iniciativa así lo requiere, lo que beneficiaría al partido del símbolo del burrito (demócratas) y por ende, a la administración Biden. Es importante no perder de vista que en el estado de Georgia la elección para elegir a uno de sus representantes al Senado fue tan cerrada que obliga a realizarse una segunda vuelta, tal y como lo marca su legislación local, programada para el día seis de diciembre, lo cual deja abierta toda posibilidad para ambos partidos por obtener esa mayoría en este órgano colegiado.

En la Cámara de Representantes, al momento el Partido Republicano requiere solo de nueve asientos más (218 es la cifra a conseguir) para tomar el control y convertirse así en un contrapeso desde el poder legislativo al gobierno, especialmente en temas de presupuesto y políticas internas. Además, tener en consideración que quien lidere la Cámara baja se convierte en el tercero en la cadena de mando después del presidente y la vicepresidenta.

En la elección para renovar 36 estados, el partido demócrata se alza con la victoria en dieciséis, los cuales son: California, Colorado, New México, Kansas, Hawái, Minnesota, Michigan, Wisconsin, Illinois, Pensilvania, Maryland, Nueva York, Connecticut, Massachusetts, Rhode Island, y Maine. El partido Republicano obtiene también otro tanto de dieciséis como: Idaho, Wyoming, Dakota del Sur, Nebraska, Iowa, Oklahoma, Texas, Arkansas, Ohio, Tennessee, Alabama, Georgia, Carolina de Sur, Florida, New Hampshire, y Vermont. Continúan los conteos muy cerrados sin ganador oficial en Oregón, Arizona, Nevada y Alaska. Las tendencias indican que de estos cuatro aún en disputa ambos partidos se adjudicarán dos estados cada uno. (Información actualizada hasta el viernes 11/1122, 15:00 hrs).

En conclusión, Estados Unidos se encuentra completamente dividido y polarizado electoralmente. Es tan cerrado el trecho en la obtención de estados, senadores y congresistas que sin duda será un tema que seguirá dando mucho que hablar y provoca que la elección presidencial a llevarse a cabo en el año 2024 sea de pronóstico reservado. Ambos partidos llegarán con un gran desgaste y la clave será elegir a la perfección quienes los representarán, cuidando desde ahorita que las elecciones primarias en cada uno tengan la menor fricción posible entre quienes aspiren rumbo a la madre de todas las elecciones.

¿Volverá Donald Trump a competir abanderando al Partido Republicano por un nuevo periodo al frente de la Casa Blanca? ¿El Partido Demócrata avalará a Joe Biden buscar su reelección con todo lo que implica una persona de su edad y su baja popularidad, o darán la oportunidad a la vicepresidenta Harris? O bien, ¿Será el momento que ambos partidos echen malo de nuevos talentos entre los que puedan destacar gobernadores en funciones o elementos que brillen tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes?

“El gobierno no es una razón, tampoco es elocuencia, es fuerza. Opera como el fuego; es un sirviente peligroso y un amo temible; en ningún momento se debe permitir que manos irresponsables lo controlen”: George Washington.

Enrique Diez Piñeyro Vargas