Los cómplices del fiscal
Por Ricardo Alexander M.
Les debería de dar vergüenza.
Apenas han pasado dos semanas de que se filtraron los audios del fiscal Alejandro Gertz Manero donde alardea de su poder e intención para manipular la Suprema Corte de Justicia en el escándalo familiar por el cual está en la cárcel la hija de quien fuera pareja de su hermano, Laura Morán —una señora de casi 70 años—.
Ahora está saliendo a la luz que el fiscal tiene una fortuna inexplicable. Según publicó El País, Gertz Manero posee un departamento de 233 metros en la zona más cara de Madrid y controla otros tres en Ibiza a través de una sociedad. El principal inmueble del jefe de la FGR fue escriturado por un 36% menos del precio medio de mercado.
Y lo peor, Gertz no ha hecho nada por fortalecer el Estado de derecho y terminar con la impunidad que impera en el país. Vivimos en un narco Estado donde todos los días aparecen imágenes de levantados, descuartizados, fusilados y nadie hace nada.
Senadores y senadoras, son una verdadera vergüenza. Las imágenes de la comparecencia del fiscal evidencian que ustedes simplemente son parte del problema. Sí, estamos hablando de ti, Ricardo Monreal, que te atreves a declarar que “todos los grupos parlamentarios, todos sin excepción, le refrendaron su confianza. No hay pérdida de confianza. Hay confianza en el fiscal y en la justicia”. De ti, Manuel Velasco, que escribes que Gertz “ha sido un fiscal cercano al Senado, abierto al diálogo y con voluntad de trabajo conjunto”. De todos los demás que estuvieron en esa reunión a puerta cerrada y no hicieron su trabajo.
Nos referimos al Poder Judicial, que claramente está sometido. De su cabeza, Arturo Zaldívar, que prefirió guardar silencio por los audios, ante una evidente complicidad.
El Presidente no es el único que está destruyendo al país, sino todos los cobardes que lo acompañan en su proyecto. Que prefieren callar para continuar con sus migajas y su pedazo del pastel.
Su servilismo es todo lo malo que tiene México. Ustedes y sus partidos son la mafia en el poder. Y sus nietos son los que van a cosechar toda la basura que están sembrando.
En México, el 97% de los delitos quedan impunes. Y como iba ser de otra manera, si lo sicarios andan caminando por la calle y el fiscal se dedica a sus venganzas y a perseguir a los opositores al régimen.
Ahí está el caso de Ricardo Anaya, quien denunció una persecución del gobierno y —justificadamente— tuvo que huir del país. También Rosario Robles que está encarcelada por un tecnicismo.
Pero eso sí. Ni con el pétalo de una rosa la Fiscalía General de la República se atreve a tocar a los allegados del mandatario mexicano. Ya sabíamos que iban a quedar impunes Pío y Martín. También Felipay Delfina.
En cualquier país medianamente serio, el fiscal tendría que haber renunciado a horas de que se filtraran los audios. De que saliera lo de su oculta e inexplicable fortuna. De que con tres años la persecución del delito estuviera en el suelo.
Pobre país. Con tanto potencial y con unos políticos que no nos merecemos. El Estado fallido mexicano tiene nombre y apellido. Y mientras tanto, los ciudadanos seguimos aceptando, con nuestro silencio, el sistema de justicia, que todos sabemos, está al servicio de los ricos y poderosos.
El fiscal se tiene que ir.