Los homicidios del sexenio
Por Ricardo Alexander M.
El Presidente dice que se trata de una campaña de desprestigio, que en México existe Estado de derecho. Que aquí imperan los abrazos, no los balazos.
Insiste en que de algo sirven los 128 mil guardias nacionales que sustituyeron a la Policía Federal, a los cuales hay que sumar algo más de 80 mil elementos del Ejército y la Marina que realizan labores de seguridad.
Se le olvida al mandatario que él y quien fuera su secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo —hoy gobernador de Sonora—, prometieron que en tres años bajarían los asesinatos a la mitad. Nos engañaron.
La realidad se terminó imponiendo. El 17 de abril México alcanzó —de acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y del Inegi— 150 mil 9 ejecuciones en lo que va del sexenio del presidente López Obrador.
Ahora faltan semanas para que se rebasen las 156 mil muertes del sexenio de Enrique Peña Nieto, y hace mucho se superaron los 121 mil de la administración de Felipe Calderón.
Vamos a terminar el sexenio en 180 mil o más homicidios, aunque seguramente la cifra verdadera es mucho más escandalosa.
Pero la situación es más grave. A los homicidios hay que sumar los desaparecidos. Durante el gobierno de López Obrador, del 1º de diciembre de 2018 al 31 de marzo de 2023 se tienen registradas al menos 41 mil personas desaparecidas y no localizadas. También se han encontrado miles de fosas clandestinas.
Al desastre se le suma la opacidad. Hace algunos días, la organización Causa en Común, y su presidenta, María Elena Morera, presentaron un estudio denominado Análisis de los registros de incidencia delictiva y posibles manipulaciones, en el que se revisaron los datos publicados por el SESNSP. Lo que arroja es muy claro: la tendencia no es a la baja.
De acuerdo con la información oficial analizada, en el primer trimestre de 2023 se reportaron 92,432 víctimas y 542,101 delitos del fuero común a nivel nacional, lo que significa un incremento de 10% en el total de víctimas y de 7% en los delitos reportados en el mismo periodo de 2022.
Aún tomando en cuenta la cifra negra de delitos no denunciados (93%) —refiere el informe—, algunos datos analizados podrían indicar manipulación u ocultamiento de información. Entre los hallazgos de posibles anomalías, se observó que el Secretariado utiliza subclasificaciones en algunos delitos lo que, al parecer, acota artificialmente algunas categorías de delitos de alto impacto. Por ejemplo, respecto de homicidios dolosos, Sinaloa reportó 185 víctimas por “otros delitos contra la vida y la integridad personal”, en contraste con 136 víctimas de homicidio doloso. De igual forma, en el periodo se reportaron 130 personas desaparecidas.
Nuestro gobierno es cínico e irresponsable. Frente a un México bañado en sangre y dolor, tenemos un Presidente que prefiere poner canciones de Chico Che en sus conferencias mañaneras para burlarse con un “uy, qué miedo”.
Ahora sabemos que estamos frente al sexenio más violento del México moderno. Que la estrategia de seguridad no sirvió, tampoco las reuniones de seguridad a las 6 de la mañana. Los responsables tienen nombre y apellido. La pregunta es si rendirán cuentas.