Los retos virales
Por Paloma Guillen
¿Se han dado cuenta de la cantidad de redes sociales que existen hoy? Los más viejos conocemos, algunos hasta bien Facebook y usamos regularmente WhatsApp y Google, pero ya están con nosotros YouTube, Twitter, Instagram, Tik-Tok, Telegram y otras más que no sé en qué consisten.
Las ventajas son enormes, como el acceso a la información, el acercarnos a los lejanos, a estar al pendiente de lo que sucede en cualquier parte del mundo, y a reunirnos en grupos con gustos similares a los nuestros, creando comunidades virtuales.
Pero ahí están también nuevos peligros como el ciberbullying que consiste en agresiones a través de mensajes de texto, de voz, fotos, videos que se suben a las redes para causar daño a otra persona y ya algunos de los llamados retos virales.
Los retos virtuales son desafíos o pruebas que se popularizan en redes, por parecer o ser graciosos y que algunas veces tienen un buen objetivo. Quizás recuerden uno de los primeros que consistía en aventarse a sí mismos hielo en la cabeza y retar a amigos específicos con la finalidad de visibilizar la enfermedad ELA (esclerosis lateral amiotrófica) y reunir fondos para su estudio.
Todos se consideran “divertidos” para los que participan y la mayoría los vemos así, sin embargo, hay otros que entrañan gran peligro y que afortunadamente no han llegado a nuestras familias, y que consisten en hacer daño a los demás o a sí mismos.
Hace apenas unas semanas, jóvenes de nuestro país se intoxicaron por consumir clonazepam, medicamento, como muchos sabemos utilizado para las personas adultas que no pueden dormir y que requiere receta médica. El reto se llamó o llama “el que se duerma al último, gana”. El mismo nombre conlleva el riesgo. Jóvenes, inclusive niños, consumiendo drogas que pueden ser mortales si no se usan en las dosis controladas.
Hubo varios hospitalizados, la noticia llegó a todos lados y cundió la alarma ya que sin duda pudo causarles la muerte.
Comprendo que la necesidad de “pertenecer” muy común en los jóvenes, los haga presa fácil de este tipo de actividades, aunado a esa sensación que muchos aún recordamos, de creernos “inmortales”. Y esto nos obliga a estar más atentos que nunca.
Estar al pendiente de lo que ven, de la información que reciben, de con quién interactúan en redes se hace cada vez mas necesario. Comunicación, cercanía y atención son responsabilidad de todos los adultos que tenemos niños y jóvenes bajo nuestro cuidado.
Sin duda hay muchos retos virales divertidos, pero tengamos cuidado de que no pongan en riesgo su vida y su integridad y tampoco la de los demás.
Enseñar a respetarse a sí mismo y a los otros en estos tiempos, es cada vez más complejo.
Aprendamos pronto los mayores a usar las redes sociales, pero recordemos que sólo son un instrumento, lo importante es cuidarnos entre todos, pero sobre todo a lo más valioso que tenemos: los jóvenes y los niños.