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Muerto el Rey, ¡Viva el Rey!
Por Enrique Diez Piñeyro Vargas
Como lo habíamos anticipado en anteriores colaboraciones, era cuestión de tiempo para que desde la sede del Poder Ejecutivo estatal se fuera orquestando la desintegración del control en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso tamaulipeco, ostentado por el partido Acción Nacional y sus aliados, teniendo como fecha de vencimiento el pasado viernes 13 de enero. Fueron prácticamente diez meses los que permitieron a los panistas controlar el presupuesto y las principales comisiones en la cámara local, teniendo como triste legado el haber impulsado modificaciones a las leyes locales con las que pretendieron otorgar de indebidas facultades al grupo político que los encumbró en sus actuales cargos de elección popular.
Tenemos que recordar que desde el pasado mes de marzo del año 2022, el entonces gobernador de Tamaulipas en funciones, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, utilizando todos los recursos a su alcance empezó a comprar las conciencias de cuatro diputadas locales del partido Morena, acción que provocó que la citada bancada legislativa perdiera el control de la Jucopo, mismo que se habían ganado gracias a los resultados favorables en el proceso electoral del año 2021, en el cual, por primera vez en la historia de nuestro estado un partido político de oposición obtenía la mayoría parlamentaria, para así convertirse en un contrapeso del gobernante en turno.
Como lo comentamos, el pasado viernes 13 de enero se dio procedencia a la iniciativa presentada el día anterior en comisiones. A pesar de las acaloradas protestas por parte de los legisladores panistas, el Presidente de la Mesa Directiva señaló que el proyecto se respalda en la Constitución del Estado, misma que permite modificar la Ley interna que se rige con una mayoría simple. Fueron diecinueve votos a favor y once en contra, de los cuales, dos que se inclinaban por la afirmativa pertenecían a las diputadas panistas Sandra Luz García Guajardo y Linda Mireya González Zúñiga. El voto que representó la estocada final fue del diputado Gustavo Cárdenas Gutiérrez por el partido Movimiento Ciudadano. Fieles a su estilo, los legisladores blanquiazules que únicamente responden a los caprichos de su mentor García Cabeza de Vaca, se reunieron en la Jucopo, cuyas oficinas cerraron con cadenas y palos, lo que motivó que se tuvieran que abrir asistidos por un cerrajero. Como toque de picardía a este circo parlamentario, el PAN anunció que presentará una controversia constitucional tras considerarla como una violación. Así es, leyó usted bien; los mismos que en repetidas ocasiones pasaron por encima de la Constitución y se burlaron de sus leyes secundarias.
La presidencia de la Jucopo pasará a la coordinadora de la bancada del partido Morena, Úrsula Salazar Mujica, sobrina del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Esperemos que esta representante popular esté a la altura de las circunstancias y dignifique la responsabilidad de encabezar los trabajos legislativos en el orden local. Concretada tal acción, el gobierno que encabeza del doctor Américo Villarreal Anaya podrá maniobrar sin la dificultar de contar con un Congreso que únicamente causaba dolores de cabeza a la administración local, consecuencia de una resistencia por parte del grupo político que mal gobernó a Tamaulipas los pasados seis años.
Ahora, será interesante saber cuál será la estrategia a implementar para remover de su cargo al actual fiscal general de Justicia en el Estado, Irving Barrios Mujica, herencia del régimen de García Cabeza de Vaca. Anticipamos que este gris personaje con antecedentes nada respetables tiene sus horas contadas en su cargo, solo es cuestión es proceder con un golpe de precisión y mucho cálculo político. Mismo caso vendrá a realizarse en la Rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. ¡Al tiempo!
“El poder no es una institución, ni una estructura; tampoco es una cierta fuerza de la que estamos dotados; es el nombre que se atribuye a una situación estratégica compleja en una sociedad particular”: Michael Foucault.