¿Quien ganó las elecciones de EUA 2020?
Enrique Diez Piñeyro Vargas
Estamos siendo testigos de algo sin precedentes en la historia de la democracia norteamericana, que vivió el proceso electoral con la más alta participación ciudadana que se tenga registro, teniendo como protagonistas a los candidatos más votados de cualquier elección presidencial, tanto por el partido demócrata Joe Biden, con 73 millones 879 mil 278 votos populares, así como del partido Republicano, el actual presidente Donald Trump con 69 millones 988 mil 105 sufragios. En estos momentos Joe Biden cuenta con 264 votos electorales y Donald Trump consigue 214. Recordemos que el ganador requiere mínimo 270 votos electorales para que el Colegio Electoral lo proclame oficialmente Presidente de los Estados Unidos de América. (Información actualizada hasta el viernes seis de noviembre a las 18:00 hrs).
Comentábamos que está histórica participación del pueblo norteamericano fue posible gracias a las facilidades que el sistema electoral del vecino país provee a los ciudadanos con derecho a emitir su sufragio, con la modalidad de hacerlo vía correo, o bien, ejercer su voto los días previos del “Súper Martes” en los centros de votación instalados con antelación. Solo para darnos una idea de la magnitud del interés de la gente por participar en esta elección presidencial, hasta las primeras horas del día domingo uno de noviembre, es decir, dos días antes de la jornada electoral, un aproximado a los 102 millones de ciudadanos habían ejercido su voto, conocido como el “early vote”.
Como lo habíamos anticipado, aunque todavía no de manera oficial, el candidato demócrata Joe Biden se convertirá en el Presidente número 46 de la Unión América. Habrá que esperar si son procedentes las impugnaciones por parte del equipo legal del candidato republicano, quienes tratarán de utilizar todos los recursos legales disponibles para judicializar la elección. (Seguramente al momento de la publicación de esta colaboración, al candidato demócrata Joe Biden le habrán sido asignados los votos electorales que el Colegio Electoral requiere para proclamarlo Presidente).
Todas las casas encuestadoras que daban una ventaja de diez a 12 puntos porcentuales en favor del ex vicepresidente Biden fueron imprecisas en sus mediciones, ya que esta elección fue muy cerrada. A pesar de todos sus desatinos y la falta de oficio político, el presidente Donald Trump deja manifiesto ser un fenómeno, convirtiéndose en un personaje con un increíble arrastre en el pueblo estadounidense, tanto para bien como para mal. Es impresionante la cantidad de votos que obtuvo, que rebasaron por mucho los conseguidos hace cuatro años, cuando ganó de manera sorpresiva.
Desgraciadamente, al no reconocer que la tendencia no le es favorable, el presidente Trump ataca a los órganos electorales estatales de su país, alegando un fraude electoral en su contra. Que el propio Presidente descalifique a las instituciones es algo que no tiene precedente (salvo en México), y es una actitud que no le corresponde a una persona que dirige los destinos de una potencia mundial. Ese comportamiento atenta contra las leyes de sus país y tendrá que mesurarse si no quiere provocar una crisis interna.
Tal y como se tenía presupuestado, los demócratas conservan su hegemonía en estados grandes en población y votos electorales como California (55), Nueva York (29), Illinois (20), Nueva Jersey (14), Virginia (13), Washington (12), Massachusetts (11), Maryland (10) y Minnesota (10). Aquí, lo trascendente para el candidato demócrata es el haber revertido los resultados en estados republicanos como Ohio (18) Michigan (16), Arizona (11), y Wisconsin (10).
Uno de los estados considerado como “swing state” como lo es Pennsylvania (20), ahora se le suman los estados de Georgia (16) y Carolina del Norte (15) ganados hace cuatro años por los republicanos, que en este momento continúan en un muy cerrado conteo por parte de los órganos electorales estatales, en medio de impugnaciones por parte del equipo del Presidente Trump. Sabemos que para dar a conocer el resultado final en estos estados tendrán que pasar algunos días, debido a que los republicanos solicitarán el recuento de los votos en los condados con más población.
El caso del estado de Nevada (6), aunque es una entidad que aporta pocos votos electorales, ha llamado la atención por la tardanza en dar a conocer a un ganador. Este estado fue ganado hace cuatro años por el partido demócrata con un cerrado margen. Podemos agregar en este mismo status al estado de Alaska (3), donde igualmente se siguen arrojando de manera muy lenta sus resultados.
No hay que olvidar que en esta misma elección se renovó en su totalidad Cámara de Representantes y un tercio del Senado. Los resultados proyectan hasta el momento en la elección de los congresistas que 212 distritos son para el partido demócrata y 194 para el partido republicano. Para que un partido obtenga la mayoría se requiere contar con 218 congresistas de los 435. Mientras que en el Senado, se marca un empate entre ambos partidos con 48 escaños cada uno, lo que representa una lucha muy cerrada por conquistar la mayoría, que es de 51, de la totalidad de los cien senadores que conforman la Cámara alta.
Ante este escenario, podemos concluir que quien gana la elección en los Estados Unidos fue la polarización. Esta elección nos refleja la división tan marcada que existe en la población y no será tarea fácil para el virtual ganador Joe Biden unificar a una nación y conciliar con distintos segmentos conservadores de ultraderecha tan marcados en la sociedad norteamericana. Esperamos que la llegada a la Casa Blanca de un político con oficio sea beneficioso en la relación bilateral entre nuestro país y el vecino yankee.
“El gobierno no es una razón, tampoco es elocuencia, es fuerza. Opera con el fuego, es un sirviente peligroso y un amo temible; en ningún momento se debe permitir que manos irresponsables lo controlen”.- George Washington