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#Opinión || Tragedia en la línea 12 del Metro

Publicado el 11 de mayo de 2021

Tragedia en la línea 12 del Metro

Por Enrique Diez Piñeyro 

Con enorme tristeza fuimos testigos nuevamente que gracias a la ineptitud de servidores públicos, la falta de prevención, la poca transparencia en las asignaciones de obras y los recortes presupuestales alegando la tan trillada austeridad republicana, 25 personas perdieron la vida al colapsarse un tramo de la línea 12 del Metro en la Ciudad de México.

¿Qué pasó en realidad? Sencillo. Una completa irresponsabilidad por parte de las autoridades de la CDMX, al no atender los múltiples señalamientos tanto del Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo y de los propios usuarios en el sentido que la tan afamada línea 12 del Metro presentaba averías, pésimo mantenimiento y constantes fallas.

Una tragedia que sin duda se pudo haber evitado si las autoridades correspondientes estuvieran enfocadas en hacer su trabajo implementando el dinero que fuese necesario para garantizar la seguridad de los millones de ciudadanos que diariamente utilizan este servicio colectivo de transporte para acudir a sus lugares de trabajo y llevar el sustento a sus hogares.

Este es el tercer incidente que presenta el Sistema de Transporte Colectivo Metro durante estos dos años y medio que lleva la administración de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo. Incidentes que han registrado pérdidas de vidas humanas y que han puesto al descubierto la falta de profesionalismo y la  poca disponibilidad para dar un servicio de calidad que garantice mejoras a este importante medio de transporte en la capital del país.

Un lamentable incidente que pone en los reflectores a quienes directa o indirectamente en su momento fueron los responsables de la construcción y el debido mantenimiento de esta obra. Nos referimos al actual canciller Marcelo Ebrard Casaubón y el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa, ambos responsables del gobierno de la Ciudad de México respectivamente.

Durante la administración de Marcelo Ebrard (2006 – 2012) se diseñó y edificó esta importante obra bajo la sombra de múltiples señalamientos de corrupción, mala planeación, favoritismo a contratistas, desvío de recursos y falta de responsabilidad y protagonismo electorero para entregarse antes de tiempo y de manera inconclusa.

¿Adivinen quién era el encargado de las finanzas de la Ciudad de México y a su vez el responsable de realizar los millonarios pagos a contratistas que no hicieron correctamente su trabajo? Correcto, esa persona tiene nombre y apellido: se llama Mario Delgado Carrillo, el actual dirigente nacional del partido MORENA.

Fue el propio Miguel Ángel Mancera quien durante su mandato (2012-2018) tuvo que tomar la decisión de cancelar por casi dos años la línea 12 del Metro al constatar el pésimo diseño de los rieles, vagones adquiridos que no correspondían a las especificaciones requeridas, así como diversas fallas estructurales en el diseño, generando esto otra cuantiosa inversión pública para corregir las deficiencias. Todo esto, en el entendido que la obra vuelve a su debido funcionamiento cumpliendo todas las especificaciones.

Ahora, en la administración de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, el Servicio Colectivo Metro fue castigado presupuestalmente y por esa razón no recibía el mantenimiento correspondiente. Recordemos que en numerosas ocasiones se le cuestionó a la doctora Sheinbaum si en realidad las estaciones, las estructuras, las vías y los vagones del Metro recibían la atención y mantenimiento adecuado, a lo que siempre se contestó, de manera categórica, que todo era atendido a la perfección.

Como un dato de referencia, el Metro de la Ciudad de México fue puesto en operación en el año 1969, hace 52 años. La línea 12 fue inaugurada hace nueve años, ya fue clausurada, reinaugurada y ya ocurrió una tragedia. No nos extrañe que el presidente López Obrador, en su afán de eximir de su responsabilidad a sus delfines políticos, quiera señalar a Gustavo Díaz Ordaz o a Luis Echeverría Álvarez como los responsables directos.

Muy lamentable la actitud del presidente Andrés Manuel López Obrador y su falta de empatía con los familiares de las 25 personas que perdieron la vida. Dejó pasar la ocasión para demostrar un lado humano como gobernante y optó por no acudir al lugar de los hechos, ni mucho menos visitar en los hospitales a las personas lesionadas para garantizarles todo el apoyo por parte del Gobierno de la República.

Qué lejos de la realidad está aquel discurso de campaña cuando pregonaba a los cuatro vientos que él sería un Presidente cercano a la gente. Tal parece que la burbuja de Palacio Nacional lo tiene atrapado y no le permite ver más allá de sus conferencias mañaneras, viviendo obsesionado con el pasado y repartiendo culpas, para justificar su ineficacia como jefe de la nación.

“Indudablemente, para gobernar se precisa la firmeza; pero también mucha flexibilidad, paciencia y compasión”.- Henri Lacordaire.

 

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Enrique Diez Piñeyro Vargas