Un Sexenio Más
Por Paloma Guillen
Como cada seis años, Tamaulipas tiene nuevo Gobernador. Después de una de las contiendas más polarizadas de los últimos tiempos y entre confrontaciones entre las mismas familias, amigos y comunidades, con un largo proceso postelectoral ganó el Ingeniero Américo Villarreal Anaya, abanderado de la coalición Morena, PT y PVEM.
He tenido la oportunidad de ser parte de muchas campañas, y observado muchos procesos y nunca como ahora vi en ninguna parte del país tantas injurias, tanta campaña negra, tantas descalificaciones y tantas ofensas a familiares que en algunos momentos pareció hasta salirse de lo que debiera permitirse.
Las humillaciones a las personas y sus familiares es algo que considero una afrenta no solo para los que la recibieron sino para todos los ciudadanos.
Mas allá de las preferencias de cada uno de los tamaulipecos, nos debemos respeto y una vez terminado todo, por fin, no tengo duda que la mayoría deseamos que sea un buen gobierno, que sea exitoso, que sea justo y que se aleje de la venganza.
En Tamaulipas necesitamos un gobierno que concilie, que gobierne para todos y que termine con la división que se engendró durante la contienda.
Siempre he sostenido que los ciudadanos merecemos que primero se trabaje en las grandes necesidades y en la resolución de problemas y que para que eso sea posible debemos identificar lo que nos une y dejar para otros tiempos lo que nos confronte o en lo que no coincidamos.
Estoy cierta que los temas que nos deben ocupar van mucho más allá de los colores de las camisas o las preferencias partidistas: la seguridad, el combate a la pobreza, la creación de empleos, la educación, la salud de todos por ejemplo es algo que nos da quehacer a todos y donde todos somos parte de la solución.
Ojalá que los problemas heredados que encuentre este nuevo gobierno sean resueltos a la brevedad y que puedan empezar con los proyectos que sin duda los nuevos funcionarios traen en cartera.
Somos un estado de gente buena, trabajadora, entusiasta y dispuesta.
Prestigiemos la política, volvamos a su origen, a la del acuerdo, a la del diálogo, a la del respeto, a la de la construcción conjunta de soluciones.
Todos somos necesarios, cada uno en su trinchera, trabajemos día a día para conservar la tranquilidad que tanto nos costó recuperar, enfrentemos la pobreza, fomentemos el crecimiento, abramos nuevas fuentes de empleo, confiemos en nosotros, en la fuerza de nuestro Estado.
Hagamos nuestra parte para que Viva Tamaulipas.