Actualmente existe una corriente de pensamiento en el concierto de las naciones que gana cada vez más adeptos. Nos referimos al enfoque del combate a las drogas, en donde se tiende a pasar de una estrategia de castigo hacia una de prevención, sobre todo hacia los consumidores, incluyendo en ésta opciones de salud para la rehabilitación de aquellos.
De unos años a la fecha, cada vez más países llegan a la conclusión de que la tendencia prohibicionista se había agotado. Y es que en la lucha contra este flagelo social los países invierten grandes sumas de dinero, sobre todo para atacar a los grupos de criminales que cultivan, procesan, trasladan y venden narcóticos como la marihuana o la cocaína. Adicionalmente, en la última década las muertes por esta “guerra contra las drogas” se han disparado, sobre todo en países como el nuestro.
A esta corriente se ha sumado México. Así lo dejó en claro el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO el pasado 19 de abril al fijar la postura de nuestro país en la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas, en Nueva York, para lo cual expuso un decálogo para cambiar este paradigma, tendencia que, insistimos, cada vez toma mayor fuerza en Latinoamérica.
En este sentido, queda claro que la política en esta área basada en la represión y la seguridad, promovida por Estados Unidos, es rechazada abiertamente por países como Colombia, Uruguay y Guatemala, a los que se sumó, causando cierta sorpresa, el mexicano PEÑA NIETO. De hecho, diarios de aquella región del sur consignaron ese día que el Presidente mexicano “lanzó un discurso progresista que fue ejecutado en cuestión de días”. Se referían al decálogo que el viernes siguiente se convirtió en iniciativa de ley.
EL DECÁLOGO PEÑISTA
Para continuar con este importante tema, queremos a continuación recapitular la propuesta hecha por el Presidente de México en la ONU, el cual parte desde una perspectiva de derechos humanos y salud pública que reforme el enfoque sancionador y evite criminalizar a los consumidores.
1.- El problema mundial de las drogas exige que la comunidad internacional refrende el principio de responsabilidad común y compartida; 2.- Es necesario reforzar el frente común ante la delincuencia organizada transnacional; 3.- Una mayor coordinación y colaboración entre las propias agencias especializadas de la ONU; 4.- Las políticas públicas y acciones derivadas de la política internacional sobre las drogas deben estar alineadas con los esfuerzos en favor del desarrollo sostenible; 5.- Se deben atender los daños sociales relacionados con el mercado ilícito de drogas.
6.- Ante las limitaciones del paradigma prohibicionista, se debe atender el tema mundial de las drogas desde la perspectiva de los derechos humanos; 7.- El consumo de drogas debe atenderse esencialmente, como un problema de salud pública; 8.- En los delitos relacionados con las drogas, se deben privilegiar penas proporcionales y alternativas al encarcelamiento; 9.- Se deben sumar esfuerzos internacionales, para prevenir el consumo de drogas, mediante una campaña orientada a niños y jóvenes, a nivel global; y 10.- Se debe asegurar la disponibilidad y un mejor acceso de las sustancias controladas para fines médicos y científicos.
Como lo señalamos anteriormente, dos días más tarde, el 21 de abril, ENRIQUE PEÑA NIETO presentó a la opinión pública una iniciativa de reforma sobre la Ley General de Salud y al Código Penal Federal con la que dejará de criminalizarse el consumo personal de la marihuana, así como la elevación de su portación permitida a 28 gramos, que es el estándar internacional.
“El aumento de la cantidad permitida dará oportunidad de que queden en libertad los consumidores que actualmente se encuentran presos o sujetos a proceso por haber portado cantidades de marihuana inferiores a 28 gramos”, señaló el mandatario ese día, aclarando que también propone el uso medicinal de la cannabis.
La iniciativa presidencial causó buenas reacciones entre las bancadas del Senado de la República, generando altas expectativas de que pronto se convirtiera en una reforma de alto impacto social, pero algo sucedió que no fue aprobada antes del 30 de abril, día en que cerró el periodo ordinario de sesiones el Congreso de la Unión. Sin embargo, aún hay expectativas de que en un periodo extraordinario pueda ser aprobada.
EN MEDIO DEL DEBATE LEGISLATIVO
Al momento de cerrar el periodo, los senadores tienen en el tintero importantes trabajos pendientes. Uno de ellos es aprobar las leyes secundarias que crearán y echarán a andar el Sistema Nacional Anticorrupción. En total, hay siete iniciativas al respecto y existen marcadas diferencias entre los grandes bloques legislativos de la también llamada Cámara alta del Congreso de la Unión.
Actualmente, el Partido Revolucionario Institucional y el Verde Ecologista de México conforman un bloque que tiene diferencias de fondo sobre el tema del combate a la corrupción con el grupo que integran los senadores de Acción Nacional y del llamado partido del “sol azteca”, el PRD. Incluso, al interior del PAN hay diferencias de criterios sobre este delicado asunto.
Por ello, los panistas y perredistas condicionaron la aprobación de las reformas en materia de consumo de marihuana; simple, quieren que las leyes en materia de anticorrupción salgan primero, pero como ellos quieren, sin tomar en cuenta que no existe consensos entre las bancadas para ir por la vía de la unanimidad. Hasta ahí nos quedamos en este tema, esperando ahora a ver si se ponen de acuerdo para convocar al periodo extra que podría sacar las reformas presentadas por el Presidente.
Al respecto, EMILIO GAMBOA PATRÓN, el coordinador de los senadores del PRI, dejó en claro que su partido está dispuesto a ir al periodo extraordinario, pero a debatir las múltiples iniciativas sobre la corrupción, pero que también se ponga en la agenda la propuesta de PEÑA NIETO en materia de marihuana. El debate ahora se centra en las fechas del posible periodo extra.
¿CUÁNTOS PODRÍAN SER LIBERADOS?
Según cálculos de los mismos legisladores federales, de aprobarse la reforma al Código Penal, aumentando las dosis que pueden portar los consumidores de marihuana de cinco a 23 gramos, permitiría que más de 60 mil personas sean liberados de manera anticipada, buscando con ello su reinserción a la sociedad, pues hay que recordar que toda reforma legal que beneficie a la población tiene el carácter retroactivo.
Lo más interesante de todo esto es que la inmensa mayoría de esas 60 mil personas son jóvenes. Sí, muchachos y muchachas mayores de edad que fueron arrestados por diversas infracciones pero que al encontrarles más de cinco gramos de marihuana automáticamente fueron turnados al Ministerio Público Federal y por eso ahora purgan condenas en las cárceles.
Ojalá, en serio, que los senadores se pongan el overol para sacar cuanto antes estas importantes reformas que propone el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, las cuales, dicho sea de paso, no buscan alentar el consumo; por el contrario, proponen mejorar las campañas de prevención y, sobre todo, brindar mejor atención a quienes de manera lamentable cayeron en la adicción.
¿”LIKE”? Hasta aquí nuestro ejercicio comunicativo de este lunes. Les comparto mi correo electrónico y mis cuentas de redes sociales en busca de una sana retroalimentación, buscando entrar a esta REVOLUCIÓN (MX) de la que parece nadie quedará exento. Nos leemos pronto y que tenga una excelente semana.