Muchos medios de comunicación llegaron a la conclusión de que la noticia del año 2015 en nuestro país fue la fuga de Joaquín Guzmán Loera, el capo del narcotráfico que ha demostrado ser uno de los más poderosos no solo de América, sino del mundo entero. Los Diarios que apreciamos en diciembre pasado así lo dejaban plasmado.
Apenas habían transcurrido ocho días del 2016 cuando el delincuente mejor conocido como “El Chapo” volvió a ser noticia a nivel internacional, en esta ocasión con la recaptura, misión que se había vuelto la más alta prioridad del Gabinete de Seguridad Nacional, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong.
Fue el viernes a mediodía cuando el presidente Enrique Peña Nieto confirmó la detención, a través de la red social Twitter, con el siguiente texto: “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”. Así se terminó el rumor, pero empezó la ola informativa.
La noticia fluyó rápidamente y las reacciones no se hicieron esperar. En México, todos los actores políticos y sociales se pronunciaron para felicitar al Gobierno de Peña Nieto por este logro; nadie regateó algo, pues hasta la oposición de izquierda reconoció que la captura de Guzmán Loera es un gran logro de las fuerzas federales de seguridad.
Los elogios también se dieron en el extranjero, siendo Estados Unidos el país en el que más se destacó este acontecimiento, generando mensajes incluso de Loretta Lynch, la fiscal general de ese país, quien mencionó que es “una victoria para los ciudadanos de México y de Estados Unidos, y una reivindicación del estado de derecho en nuestros países”.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE?
Sin embargo, muchos mexicanos no alcanzaban el mismo viernes a dimensionar el hecho de que el narcotraficante más buscado y también el más peligroso del mundo fuera capturado, lo cual se reflejaba tanto en las charlas de sobremesa como en las redes sociales; claro, este foro mediático no podía escapar a la polémica generada en las horas posteriores a la detención.
Vale la pena recordar que el once de julio de 2015 Joaquín Guzmán Loera se escapó del Penal de Alta Seguridad del Altiplano, en una fuga que mostró el poder que tiene el sinaloense para corromper a los miembros de las instituciones de seguridad de nuestro país.
Lógicamente, la noticia fue duramente criticada tanto en nuestro país como en el extranjero, pues resultaba increíble que el capo más de temido del planeta haya logrado burlarse de las autoridades del Estado Mexicano para continuar con su carrera delictiva con total impunidad.
La afrenta fue tal que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto tuvo que asumir toda la culpa y encarar el reto mayúsculo de volver a detener a tan famoso delincuente. En ello se iba la imagen pública misma del Gobierno de la República.
Todos estos elementos mediáticos nos permiten valorar en su justa medida lo que acabamos de ver el pasado viernes ocho de enero. También por esta causa, se cuidó hasta el último detalle para que no quedara lugar a dudas y se tuviera la certeza de que “El Chapo” Guzmán ya estaba nuevamente bajo el control de las instituciones de seguridad de nuestra nación.
ADEMÁS DE LA IMAGEN…
Otra óptica desde la que se puede observar y darle valor a la recaptura es la de la impunidad. Lo que más duele a millones de mexicanos es la impunidad que prevalece en nuestro país, al grado de que se llega a pensar que el que viola las leyes tiene poquísimas posibilidades de pagar por ello, sobre todo si tiene dinero para comprar a funcionarios corruptos.
Y es que ese poder de corromper a las instituciones fue lo que más daño causó en julio del año pasado, pues no pocos creyeron que la fuga fue un simple montaje y el personaje salió por la puerta grande del penal, creencia que ahora se repetía al asegurar que todo fue una burda farsa.
Sin embargo, al estar en juego la credibilidad del Gobierno de la República e incluso el mismo Estado de Derecho, como lo mencionó atinadamente la estadounidense Loretta Lynch, la administración del presidente Peña Nieto debía de tener todo el cuidado necesario para no dejar cabos sueltos. Había que atrapar vivo a Guzmán Loera y presentarlo a la sociedad internacional, pero sin violar sus derechos elementales.
Desde nuestro particular punto de vista, la detención de este peligroso delincuente es una muestra más de la efectividad que tiene el Gobierno federal bajo el mando de Enrique Peña Nieto, quien sigue demostrando con hechos que su decisión de transformar a México no es un simple slogan de campaña. Por el contrario, los pasos son firmes hacia alcanzar ese objetivo. Podemos reconocer cuando hay fallas pero en esta accion es de reconocer este gran logro y saber dejar la critica a un lado cuando no es necesaria
LA ECONOMÍA, PREOCUPACIÓN CIUDADANA
Un hecho que llamó fuertemente la atención de la población la semana pasada fue la estrepitosa caída del peso frente al dólar, al llegar a venderse en más de 18 pesos. Siempre, la devaluación de la moneda nacional es un tema de preocupación para todos, pues con su caída vienen aumentos de precios.
Sin embargo, esto no ha ocurrido en nuestro país, pues a pesar de que durante el segundo semestre comenzó la fuerte depreciación del peso frente a al dólar nuestro país cerró el 2015 con la menor inflación desde hace 45 años. A propios y extraños causó sorpresa que este indicador terminar tuviera una variación anual de sólo 2.13 por ciento, a pesar del alto precio del dólar.
Una preocupación más para los analistas financieros mexicanos es la caída en el precio del petróleo mexicano, el cual llegó la semana pasada a los 24 dólares por barril; sin embargo, esta tendencia afecta a las finanzas nacionales, lo cual hace que la administración federal tenga que ajustar presupuestos para que no se tenga un impacto directo a la población.
Como lo ha mencionado con anterioridad el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, la idea del Gobierno federal es que con medidas de austeridad se evite al máximo que dejen de aplicarse recursos a los sectores prioritarios de la población.
De esta manera, ramos como el de la salud, la educación, el combate a la pobreza y la seguridad, entre otros, no se verán afectados por los bajos precios del petróleo; incluso la inversión en materia de infraestructura, la cual es un detonante de riqueza, tampoco se verá afectada. Bien lo dijo el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, recientemente: la economía mexicana está cada vez más despetrolizada que nunca, aunque fuera de manera “forzada”.
DE LA AGENDA TAMAULIPECA
Ya solo es cuestión de días para que los priistas y la población en general conozcamos a quien será nuestro candidato a la gubernatura del estado. Seguramente a más tardar el próximo domingo sabremos si los esfuerzos de unidad llegan a buen puerto y se cierran filas en torno a quien mejor opciones de triunfo brinden a nuestro partido.
Sobre este asunto, vale la pena reconocer que todos y cada uno de los aspirantes han hecho su labor al interior del partido de manera responsable, guardando respeto por los demás y por los líderes partidistas. Esto ha permitido llegar a esta semana sin mayor complicación, por lo que se espera que dicha unidad se mantenga hasta el proceso constitucional que tendrá su jornada de elecciones el cinco de junio próximo.
Vale la pena recordar que será mediante una convención de delegados estatales como se elegirá al candidato a gobernador. Muchas de las veces el partido llega a la citada convención con un candidato único, pues por lo regular los aspirantes se sientan a dialogar y, llegado el momento, reconocen quién tiene las mejores condiciones, para cerrar filas en torno al cuadro que sea punto de coincidencias.
¿”LIKE”? Hasta aquí nuestro primer ejercicio comunicativo de este lunes. Les comparto mi correo electrónico y mis cuentas de redes sociales en busca de una sana retroalimentación, buscando entrar a esta REVOLUCIÓN (MX) de la que parece nadie quedará exento. Nos leemos pronto y que tenga una excelente semana.