En nuestro país, el artículo 123 constitucional es el dispositivo legal encargado de proteger el derecho social al trabajo, al señalar textualmente: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto se promoverán la creación de empleos y la organización social para el trabajo…”
Así como referían Marx y Engels, en su famoso Manifiesto Comunista que un fantasma recorría las calles de Europa, actualmente existe un fantasma que recorre los pasillos de las oficinas gubernamentales, de igual manera otro espectro se encuentra merodeando los pasillos del CEN del PRI estatal y nacional, ambos seres invisibles tienen algo en común: la reestructuración.
El fantasma en los pasillos gubernamentales del estado aún se encuentra observando, como ojo de Foucalt. Es importante que éste analice los perfiles de cada uno de los funcionarios antes de hacer sus movimientos, pues no todos vienen de la misma madera, existen quienes han sido usurpadores del erario público, que han visto al sistema únicamente como una fuente de negocios, esos tienen que salir; pero también están los que han dedicado su vida a forjar carrera en el servicio público, que han trabajo con honradez, estos tienen que seguir. Al final se irán algunos que no deben retirarse y también algunos que deben irse; en sentido contrario, se quedarán algunos que no deben permanecer, como también algunos que deben quedarse: no será justo.
Siendo realistas, las recomendaciones existen tanto en la iniciativa privada como en la pública, sin embargo dos puntos son importantes en este tema: si el recomendado cumple el perfil idóneo y, segundo, una vez entrando el recomendado, si aprovecha esa oportunidad, pues como dicen lo difícil no es llegar, es mantenerse y progresar.
Por otra parte, el espectro que recorre al PRI nacional y estatal, ya cobró su primera víctima, Manlio Fabio Beltrones, esto conllevará una serie de cambios en la institución política, ¿cambios o reestructuración? Eso está por verse. En Tamaulipas el PRI tiene que meditar con calma su situación actual, cierto es que requiere una reestructuración, tener en claro quienes sienten verdaderamente la camisa, quienes aman a ese partido. Existen un sin número de militantes que han hecho mucho por su institución partidista y sólo han visto ocupar los cargos dentro de su organización política y de representación popular a personas carentes de méritos: juniors-políticos, seudo-políticos o jóvenes dinosaurios; eso debe cambiar si es que quieren recuperar la confianza de la gente, el nuevo político no puede enfrentar la realidad con viejos clichés. Los rostros principales tienen que ser diferentes, pero sobre todo, generar seguridad, que la sociedad tamaulipeca se identifique con ellos.
Al final las consecuencias de ambos seres invisibles traen consigo una cuestión: ¿exigirán los trabajadores su derecho constitucional al trabajo? El próximo Gobierno del Estado, así como la próximas dirigencias de los partidos políticos, deben respetar la diversidad y los derechos humanos, ser inclusivos, tanto las instituciones públicas como políticas se enfrentarán a un nuevo factor, la tolerancia a la opinión pública, porque el verdadero fiscal será omnipresente, la prensa y el ciudadano común se convertirán en un verdadero observatorio social, para evitar la crítica solo se requiere algo muy simple: trabajar bien.
FUERA DE LUGAR… Votar en contra de la #ley3de3 (aun cuando se argumente que la modificación es casi igual a la propuesta original) es echarse en contra a la ciudadanía, ¿qué tan difícil era entender eso? ¿se atreverá EPN a vetar la ley para obtener la confianza de la sociedad?
RECOMENDACIÓN SEMANAL: Ver la serie “Vynil” creada por Mick Jagger (Rolling Stones) y Martin Scorsese, drama que gira en torno a una disquera musical en los 70s. COMENTARIOS: serydeberser@gmail.com
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