Sobre pandemias domadas y curvas aplanadas
Por Ricardo Alexander M.
El pasado 26 de abril, en un mensaje grabado desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador dijo que la pandemia de coronavirus covid-19 se había domado, pues su “crecimiento ha sido horizontal”. Unos días después, el 5 de mayo, el Dr. Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, dijo que la curva de contagios se estaba aplanado.
Sin embargo, incluso los números oficiales —esos que justamente parecen estar subestimados y alterados— evidencian lo contrario. Eso, sin contar con que las cifras se dispararían si México no fuera el país miembro de la OCDE que menos pruebas hace —el Dr. López-Gatell dice que, contrario a lo que recomienda la OMS, son “un desperdicio de tiempo, de esfuerzo y de recursos”—.
La realidad es que, a dos meses de que “domamos” la pandemia, todavía no es posible determinar que llegamos al pico de contagios o de muertos y hemos aplanado la curva a nivel nacional. De hecho, cada semana se pueden observar peores cifras y las gráficas —verdaderas— no muestran lo que dicen las autoridades.
Todos los días, en México entre 700 y mil personas —sin contar casos sospechosos o de pulmonía atípica— pierden la vida por la enfermedad y se contagian cerca de 6 mil. Apenas el martes pasado se volvió a romper récord de contagios con 6,288.
Mientras todo esto ocurre, nuestras autoridades mandan el mensaje de que ya estamos saliendo del problema y ni siquiera es necesario usar cubrebocas, como nuestro Presidente. Incluso, el mandatario regresó a sus giras por todo el país porque nadie de su equipo se atreve a contradecirlo y menos el vocero para el tema del covid-19. A aconsejarlo. A negar su “realidad” y última palabra.
Y es que, la toma de decisiones con base en diagnósticos erróneos y el desprecio por las cifras no es nuevo ni sorpresivo en la presente administración, pero, como en otros temas, cobrará factura. No se puede negar la realidad, aunque se trate del gobierno de los “otros datos”.
Al final, no se busca criticar a nuestras autoridades por querer reabrir actividades lo antes posible, sino que se haga con base en información falsa. Basta meterse a revisar las fuentes oficiales (coronavirus.gob.mx/datos) para encontrar gráficas manipuladas y números que no cuadran.
En grandes ciudades, como Nueva York, la decisión de volver a actividades estaba basada en hechos científicos y con la pandemia domada y controlada. En momentos cuando el número de fallecidos era de 15 personas.
Incluso bajo un escenario donde las decisiones se toman racionalmente, ya se empieza a hablar de rebrotes en Asia y Europa, mientras en México seguimos en pleno brote.
Todos los números y la información permiten tener por cierto que ni la pandemia está domada ni las curvas aplanadas, como se anunció hace dos meses. Tomar decisiones precipitadas no puede sino tener resultados desastrosos, y parece que el gobierno no tiene —ni tendrá— la capacidad para medir las consecuencias.
*Maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard y profesor en la Universidad Panamericana
Twitter: @ralexandermp