Salud

El efecto del tabaco en el cuerpo

Publicado el 30 de marzo de 2015

Un cigarro es más de lo que se ve. Contiene hasta 7 mil productos, 69 de ellos carcinógenos, es decir, que provocan cáncer. Pero esto es solo uno de los múltiples efectos del tabaco en el cuerpo.

Fumar es la causa principal de cáncer (cada empaque lo repite), principalmente de pulmón, laringe y esófago, aunque también de estómago, hígado, vejiga, mama o colon.

Además de esto, promueve la aterosclerosis, que es el depósito de lípidos en las arterias, así como la diabetes y el aumento de la tensión arterial; empeora el asma, irrita y destruye los alveolos, lo cual provoca efisema pulmonar. La OMS lo califica como la principal causa de muerte evitable en el planeta.

Ahora, dividiéndolo en sus principales componentes, este es el efecto de un cigarro:

Nicotina

Adictiva, tarda solo siete segundos desde que llega a los pulmones hasta alcanzar el cerebro, donde estimula las áreas de recompensa. Sus efectos nocivos: aumenta la frecuencia cardiaca, provoca resistencia a la insulina, lo que favorece a la diabetes, y podría aumentar la agregación de las plaquetas, un efecto revés de lo que hace una aspirina. En resumen, aumenta el riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular.

Monóxido de carbono

Este gas, que provoca la muerte cuando es aspirado en grandes cantidades, se une a la hemoglobina, y se adhiere a los glóbulos rojos por tres meses, causando déficit de oxígeno en la sangre. Daña además las membranas de las células, y favorece el depósito de colesterol en los vasos sanguíneos.

Alquitrán

La masa oscura que se deposita en los pulmones y que se forma por las diferentes partículas que contiene el cigarro, en particular por los carcinógenos. Algunos de ellos son hidrocarburos (presentes en el petróleo), partículas finas parecidas a las producidas en los motores de los coches, nitrosaminas y benzopirenos. Todas ellas quedan en el cuerpo produciendo efectos negativos en los sistemas respiratorio y cardiovascular y, eventualmente, cáncer.

Otras sustancias

El tabaco también contiene tolueno, que actúa como irritante y es tóxico para el sistema nervioso central; aldehídos, utilizados en la fabricación de plástico, carcinógenos y que aumentan la adicción a la nicotina; arsénico y cadmio, que favorecen la diabetes, enfermedades cardiovasculares y renales, y que se utilizan en la fabricación de baterías, y Polonio-210, elemento radioactivo y carcinógeno.

 

Además contiene aditivos como amoniaco, edulcorantes, mentol y azúcares, que al quemarse producen acetaldehído, un carcinogénico; y productos derivados de la lactona, del regaliz y del cacao, que vuelven al producto adictivo pero que también favorecen su absorción en los pulmones, volviéndolo más peligroso.

Con información de El País

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