Conectarte contigo mismo es la clave para saber quien, es quien realmente dices que eres.
Algunas veces pienso que te topas con personas o situaciones para aprender de algo, madurar, crecer y hacerte más fuerte y aunque en el momento no comprendamos el porqué de las cosas, nos seguimos lamentando sin darle un significado positivo, un «para que» o un » que me dejó esto que me hace en un futuro mejorar».
La vida a veces te pone obstáculos que juegan como una ruleta rusa y a la vez tú decides cuando parar o cuando seguir dando vueltas. Y aunque más vueltas de la cuenta en el mismo tiempo nos lleguen a marear, envolvemos toda esa clase de incomodidades, dolor, sufrimiento o zona de confort hasta que nos cansamos y decimos: «basta no me vuelvo a subir nunca a esa ruleta rusa, es hora de dejar aquello atrás, es tiempo de cambiar». Y es ahí cuando te pensamos (si es que realmente hacemos una introspección) que la ruleta simplemente estaba haciendo su propósito en la vida.
Metafóricamente hablando, podemos culpar a un sin fin de «hubiera hecho, dicho, etc» y a terceras personas de lo que sucede en nuestra vida, o podemos levantarnos, aprender y confiar en que las cosas volverán a tener un propósito correcto.
Debemos aprender a encontrarnos a nosotros mismos para poder saber qué es lo que realmente queremos para nuestro bien y que existe a nuestro alrededor que nos genera un ambiente tóxico y hace que vayamos en círculos sin ninguna dirección.
Conocerte a ti mismo, te lleva a conocer realmente quienes son los demás. Aprender de los fracasos es la única manera de llegar al éxito, ¿eres de los que se levantan o viven lamentando su pasado?
Libro que recomiendo: tus zonas erróneas//Wayne Dyer