Hace poco fui al cine a ver una película infantil, me sorprendió ver que en la sala había más adultos que niños.
La película se llama INTENSAMENTE (que por cierto la recomiendo mucho) trata más que todo del funcionamiento de la mente de Riley, una niña de 11 años que vive con sus padres y le dicen que tienen que mudarse a otra ciudad por el trabajo de su padre, es ahí cuando surgen todos los cambios emocionales en el interior de una niña pre adolescente, al cambiar de amigos, lugares conocidos y recuerdos. Quienes juegan el papel principal en la película son las emociones: Alegría, Furia, Temor, Desagrado y Tristeza.
La Alegría: mantiene todo en orden para que Riley no sufra altibajos, encargada de las vivencias y recuerdos felices.
La Furia o Enojo: Entra la mayoría de las veces por impulsión y al mismo tiempo toma las decisiones con justicia.
Temor: nos hace ser precavidos analizar la toma de decisiones, y con un balance correcto trae beneficios de autocontrol.
Desagrado: Evita la intoxicación social y física.
La protagonista en la película es la tristeza que al principio no parece tener función alguna y al final nos deja la lección de que aunque no queramos darme lugar a la tristeza es primordial. No contaré a fondo el desenlace de la película para aquellos que no la han visto, no arruinarles el final. Más bien comentaré de la importancia de las emociones en nuestra vida diaria, el papel que hace y el rol importante con el que trabaja, y sobre todo como a veces creemos que al estar triste o enojado es «malo».
Cuando vemos a alguien llorar lo primero que queremos hacer es alegrarlo diciendo » todo va a estar bien» » no te preocupes» » ya pasará» en lugar de ser empáticos, comprender su dolor, otorgar un abrazo y escucharlo hablar. Todo es un proceso y en la película nos da a entender que el lugar que le damos a la tristeza es importante, no queriendo ocultar con una sonrisa o forzando a la persona que se sienta mejor.
Como conclusión la película me dejó de enseñanza la importancia de saber, escuchar y comprender a las personas y sobre todo a ti mismo. Dando lugar a la emoción que estás sintiendo como la furia, disgusto, temor, tu tristeza y sobre todo tu alegría.
Libro que recomiendo: Daniel Goleman: la inteligencia emocional