Psicología

Sé responsable de tus acciones

Publicado el 22 de septiembre de 2015

Algo tan simple como esto:

«Estas donde quieres estar, porque sin culpar a nadie tú así lo decidiste, el esfuerzo o dedicación empleados en el camino de tu vida es la respuesta a la persona que miras frente al espejo todos los días»
¿Estás orgulloso de ti y de lo que has hecho a lo largo de tu vida? ¿Has escogido tu camino, o alguien más lo hizo por ti?

En ciertas circunstancias tendemos a volvernos víctimas de alguna situación por la cual no ejercemos control, ya que al vivir en el papel de sufrimiento y fracaso nos enfocamos en mantener la atención de los demás alimentando el ego y así creando una enfermedad mental llamada dependencia emocional que en lugar de nadar contra las adversidades y las olas, preferimos hacernos el «muertito» y nadar con la corriente y quedarnos en nuestra zona de confort, nos rendimos y usamos una máscara que nos limita a crecer a causa de situaciones externas o comentarios de los demás. Cuando estoy en terapia a veces saco una hoja con un punto en medio, y les digo a mis pacientes: ¿que ves? Y me dicen “un punto negro”, les repito: pero en realidad ¿que ves? “mmm nada, un punto pequeño negro circular nada más”. Les contesto “porque no mejor ver una grande hoja blanca, con un diminuto punto negro”.

Enfatizo esto ya que aunque es inevitable pasar por momentos difíciles, se trata de enfocarse en lo bueno y mantener esa actitud. Ver primordialmente el lado positivo de las cosas, es algo con lo que no estamos acostumbrados a lidiar sabiendo que una frase de ánimo o acción puede cambiar toda la jugada. El poder de la palabra hace un claro énfasis de la sintonía que le damos a nuestras vidas. En ocasiones tendemos a ver lo malo, ya sea como mecanismo de defensa, por miedo al fracaso, rechazo etc.

Tener pensamientos catastróficos nos quita libertad, llenando nuestra mente de inseguridades, fatalismo y crisis que la mayoría de las veces suelen ser creadas de historias ficticias e imaginarias que solo nosotros provocamos. La solución primordialmente es mantener la calma, y ser más realistas a la hora de actuar o decidir algo, tomarnos el tiempo de respirar profundo, analizar las cosas y darle otro significado, sé que no es fácil, me encantaría decir que soy una eterna optimista, pero con el tiempo yo personalmente me he dado cuenta que las cosas que valen la pena se construyen paso por paso y se mantienen, no hay recetas mágicas ni secretos para vivir una vida plena, el éxito se alcanza trabajando, al igual que la felicidad, las relaciones personales y sobretodo la relación con uno mismo. Es empezar por ti antes de juzgar a los demás y no solamente decir, sino también hacer, tener un plan de acción y darle seguimiento, la actitud es cuestión de elección y la llave para dejar entrar todo lo bueno solo proviene de tu interior manejando así cada una de las etapas que hemos vivido a lo largo de nuestra vida y entender que el único responsable es uno mismo, no hay culpas, ni hubieras, lo hecho ya es pasado y nuestro presente es un regalo que nosotros decidimos elegir día a día para trascender ha alcanzar lo que tanto anhelamos.

Libro que recomiendo: «Créalo si se puede» Alex Dey

Mariana Garrido Assad

Nací en Monterrey Nuevo León, pero soy Tamaulipeca y orgullosamente Victorense, una ciudad bonita, limpia y transparente, sinónimo de una ciudad amable. A lo largo de mi vida he aprendido la importancia de la familia, los valores, la unión, el respeto y sobre todo la igualdad hacia el prójimo.

Soy Lic. en Psicología Clínica graduada de la Universidad de Monterrey y actualmente hago mi maestría en Psicoterapia Breve Familiar y de Pareja, al igual trabajo en un kinder con niños de edades entre 1 y 3 años y por las tardes doy terapia en el DIF de San Pedro.

En mi tiempo libre escribo, ya que al escribir comparto mi opinión y pensamientos relacionados a la psicología y a otras áreas básicas del ser humano.

Mi familia siempre me enseñó que es mejor dar que recibir, ya que al dar sin esperar algo a cambio y el ser compasivos con los demás, la vida nos lo recompensa con alegrías y bendiciones a nuestro alrededor.